lunes, 8 de enero de 2018

Caminante, no hay camino


Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.


                                  Antonio Machado



Aprovechando el puente de diciembre, hicimos un breve recorrido por algunos pueblos de la Costa Brava y, ya que estábamos, nos acercamos al bonito pueblo de Collioure, en el país vecino.
De la Costa Brava ya escribí en un post anterior.


Sí que quiero destacar un par de sitios, antes de pasar a contar nuestra experiencia en Collioure.

Port Lligat: lugar privilegiado de la costa, acariciado continuamente por la Tramuntana, y que fue la casa durante muchos años de un genio de la pintura, Salvador Dalí. Si estáis por la zona visitad la casa museo, eso sí, reservando antes por internet, no vaya a ser que no haya entradas disponibles. Lo podéis hacer a través del siguiente enlace:


Os dejo algunas fotos para ir haciendo boca.








Cap de Creus: muy cerca de Port Lligat, así que se puede hacer a continuación de la visita a la casa de Dalí (y Gala, claro). Muchas rutas de senderismo comienzan o pasan por esta zona, pero nosotros lo disfrutamos de otra manera. Al lado del faro, hay un pequeño bar con una terraza, y con música "chillout", que te transporta a un nivel de relajación importante. Las vistas desde allí son impresionantes.




COLLIOURE

Este pequeño rincón francés, situado en la zona del Languedoc-Roussillón, es conocido por su particular encanto, pero también por ser uno de los lugares donde se inició el fauvismo, y por ser el lugar donde está enterrado Antonio Machado (apenas estuvo unos días, tras su exilio a causa de la guerra civil española).
 ¿Qué se puede hacer en Collioure?
Lo primero que se tiene que hacer, si vienes en coche propio, es aparcar. En temporada baja (que es cuando fuimos nosotros), lo puedes intentar dentro del pueblo, aunque en un parking de pago. Hay otros aparcamientos antes de entrar, que supongo que en verano estarán bastante llenos, así que si podéis, madrugad un poco para llegar pronto.
Dicen que desde el fuerte de Saint-Elme se puede ver todo el pueblo desde una perspectiva única, pero no pudimos comprobarlo.
Otro punto interesante es el castillo real. Es más bonito por fuera que por dentro. Fuimos en un día que era gratis, pero pagar por ver su interior, os puede decepcionar.
Y el resto del pueblo, es pasear para ir descubriendo rincones,  como la iglesia de Notre Dame des Anges, el antiguo barrio de pescadores, alguna de sus galerías de arte, y por supuesto, la tumba de Antonio Machado.




Como curiosidad, decir que veréis en diferentes puntos del recorrido, unas plataformas con un final cuadrado, que enmarcan partes del paisaje, dignas de ser representadas en un lienzo (o en nuestro caso, un buen lugar para fotografiar).


Tened también en cuenta que en Francia se come antes que en España, y que a pesar de tener varios restaurantes y creperías, se llenan en seguida.
A pocos km de aquí se encuentra la Maternidad de Elna, con más historia, que lo que realmente podéis ver allí. Hoy en día está el edificio, que se puede visitar.


Dentro os encontraréis la historia de la maternidad, mediante fotografías y paneles informativos, y poco más. Si queréis saber más de lo que pasó allí, pinchar en el siguiente enlace:


¿Y que se puede hacer relacionado con el running en la zona?

Ya que estábamos en Roses, aproveché para correr por su paseo marítimo, pero la verdad es que se acaba enseguida, así que tuve que alargar un poco por las carreteras colindantes, y con la niebla que había, no parecía algo muy seguro.


Por la zona, como prueba destacable, mencionar el maratón de Ampurias. No es la mejor carrera para hacer una buena marca, ya que normalmente la tramuntana suele hacer su aparición.