viernes, 13 de diciembre de 2019

Los castillos del Loira

Cuando planifiqué esta ruta, consulté varios blogs de viajes. Fue difícil escoger que castillos visitar o no. Al final hice una lista con los que muchos blogueros calificaban de "imprescindibles".  Dentro de estos elegí algunos para visitar por dentro y otros a los que solo vería desde el exterior sin pagar entrada. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos no puedes verlos ni por fuera, si no compras el tiquet.
En todos los Castillos hay aparcamiento (a veces gratuito y otras de pago).

Castillo de Cheverny

El castillo que sale en Tintín. Bonito por dentro y con un espacio exterior que invita al paseo y a la relajación.
A las 13 h le dan de comer a los perros. Decenas de ellos, se amontonan al lado de su cuidador. A su señal, se lanzan todos a comer. Curioso.
Hay que pagar para verlo.



Castillo de Chenonceau.

Para mi gusto, el castillo más bonito de todos, visto desde fuera. La magia del lugar es una suma de la belleza del edificio, junto a su situación, encima del agua. Interesante también por dentro, donde destacan sus cocinas, con toda clase de aperos culinarios.

También podéis dar un paseo por el exterior y visitar una granja típica del siglo XVI y sus jardines.
Parece que hay que pagar para verlo, aunque sea por fuera, pero vimos a gente que venía por otro camino y podía gozar igualmente de unas buenas vistas. Tengo mis dudas.


Castillo de Villandry

Es conocido sobre todo por sus jardines. Tienes la opción de comprar la entrada para todo el recinto, o sólo para sus jardines, y eso hicimos. El diseño es fantástico. Cada rincón invita a la contemplación, al descanso y, como no, a hacer una buena foto.

Hay que pagar para poder ver algo del castillo o jardines.

Castillo de Ussé

Lo vimos muy de pasada. Muy bonito por fuera. Sólo paramos para hacerle la foto. No es el que más me impresionó (aunque es uno de los mejores valorados por la gente). Se ve bien sin pagar.



Castillo de Chaumont

El edificio por fuera es muy bonito, pero por dentro tiene poca cosa. El espacio exterior es enorme. Los jardines están construidos siguiendo diferentes estilos. Existe una mezcla de naturaleza y arte. Te puedes pasar en el recinto, perfectamente medio día. Es el más caro de los castillos visitados (no sé muy bien por qué). Hay que pagar para verlo.




Castillo de Chambord

Es la estrella del recorrido. Ya desde que aparcas puedes ver el edificio en todo su esplendor. Te puedes encontrar con mucha cola para comprar la entrada, pero hay tantas taquillas, que va todo muy rápido. El recorrido por su interior es un poco caótico. A destacar el diseño de su doble escalera interior. El hecho de que haya tanta gente, le resta algo de encanto, pero en época estival, es lo que hay.

Pagando el parking ya lo puedes ver, pero recomiendo entrar.



Castillo de Sully-sur-Loire

Lo íbamos a ver sólo por fuera, y quedaba un poco alejado de la ruta, pero merece la pena. Aparcamos el coche y lo rodeamos, en un paseo de apenas 15 minutos. Es un castillo de postal, ya que parece que esté flotando encima del agua. Se ve por fuera sin pagar.




Castillo de Blois

Fuimos más por ver el pueblo que por el castillo (muy "normalito" visto desde fuera). El casco antiguo es pequeño y tiene alguna de esas típicas casas de madera tan frecuentes en la zona. Al lado del castillo hay unas calesas a modo de bus turístico (encontrarás también en la misma plaza, la casa de la magia).

Lo que más me llamo la atención del pueblo es una escalinata, que a medida que te vas alejando, puedes descubrir una obra de arte. Cuando fuimos nosotros estaba representado el retrato de la Gioconda. Por lo que sé, van cambiando.



Castillo de Saumur

En lo alto del pueblo, puede verse este castillo de cuento. Se visita rápido (la parte exterior), porque no hay mucho para pasear por los alrededores. Además del castillo, destacan las vistas de la localidad. No hace falta pagar para verlo por fuera.




Castillo de Angers

También lo vimos sólo por fuera (sin pagar). Es más parecido al típico castillo de torres y almenas que se ven por España. Hay unas rutas, marcadas en el suelo, para poder visitar el casco histórico sin perderte.





Castillo de Azay-le-ridau


Una de las sorpresas del recorrido. Es un bonito edificio, rodeado de jardines, que parece emerger del agua. El interior tampoco deja indiferente. Una serie de "artilugios" dan vida a las diferentes salas (diferentes máquinas que mediante un mecanismo se van moviendo y tocando diferentes piezas musicales). Se visita rápido.




Castillo de Amboise

Es otro de los castillos que vimos sólo por fuera. El pueblo es muy bonito. Las mejores vistas se obtienen desde el otro lado del Loira (se puede cruzar por un puente). Escogimos este lugar como "campamento base" y creo que fue una buena opción. El centro lo visitas en apenas una hora. Aquí también puedes realizar la visita de Clos Lucé, residencia de Leonardo da Vinci. En este lugar tuvo su taller y se pueden ver algunos de sus inventos (no entramos. Es uno de los edificios que descartamos).




Tours y Orleans

Para visitar el primero, tomaría de punto de partida, la catedral, muy bonita por dentro e imponente por fuera. Desde aquí, seguir su calle mayor (que va cambiando de nombre). Es un lugar repleto de bares y restaurantes, con un gran ambiente. A lo largo de esta calle, podemos encontrar varias fachadas, que recuerdan la época medieval de la ciudad. El recorrido, desviándonos un poco, acabaría en la Basílica de San Martín, parecida por fuera al Sacré coeur de París.



Orleans es la ciudad de la cosmética (antiguamente era la del vinagre...curioso!). Otra curiosidad es que, la ciudad conocida como el lugar donde vivió Juana de Arco, solo acogió a este ilustre personaje durante 10 días, durante una batalla de la guerra de los 100 años. De hecho se puede visitar una réplica de la casa donde permaneció esos días. Siguiendo por la moderna avenida que sale desde aquí, llegamos a la catedral, imponente edificio de estilo gótico. Muy cerca está el hotel Groslot, antiguo ayuntamiento (enfrente de la oficina de turismo). Se puede visitar gratis.
 Ahora lo que ya queda por hacer, es dar una vuelta por el centro histórico, donde puedes hacer alguna parada para degustar una crep.



Las carreteras por esta zona, no están muy transitadas. Hay que circular siendo muy estricto con los límites de velocidad, ya que hay radares hasta debajo de las piedras. Recomiendo repostar en las autopistas, ya que te encuentras pocas gasolineras por las carreteras secundarias. El sistema que tienen es diferente al español en algunos lugares. Primero introduces la tarjeta de crédito, después pones gasolina y te descuentan el importe. Pero también puedes encontrarte que te retienen un importe elevado de la tarjeta, y te lo devuelven al cabo de unos días. Es lo que hay!

No vi muchos lugares adecuados para correr por la zona, ya que los pueblos son muy pequeños, y están unidos por carreteras con apenas arcén. Dejaremos el deporte para otra ocasión.

martes, 8 de octubre de 2019

Por tierras cántabras

Después de nuestra ruta por tierras escocesas, todavía teníamos ganas de verde. Para poder hacer algo de mar y algo de montaña, decidimos ir a esa tierra, que promociona también su presidente Revilla. 
Ya conocíamos algunos pueblos, pero pudimos descubrir otros muchos.
Nuestro campamento base fue Loredo (con "O"). Un lugar muy tranquilo de playa, con unas aguas frecuentadas por surfistas principiantes.


Os comento algunas cosas de cada lugar:

Santander

Bonita ciudad con un carácter muy señorial. Fuimos, coincidiendo con la fiesta mayor, así que la animación era espectacular (conciertos, puestos, feria...). En mi opinión, hay 3 zonas que no te puedes perder. Es un recorrido largo, pero entretenido.
Lo primero es dar un paseo bordeando la playa del Sardinero. Al paisaje marítimo, se le suman los edificios y jardines que te vas encontrando, entre los que destaca el del casino.



Después dirígete hasta la península de la Magdalena. En lo alto podrás admirar el palacio que lleva el mismo nombre.


Curioso es ver un pequeño zoo marino al aire libre. Puedes hacer el recorrido circular. A ver si encuentras la estatua de Félix Rodríguez de la Fuente!
Para acabar, toma unas tapas en el casco antiguo. Perdiéndote por sus calles encontrarás varias opciones.
Aparcar aquí, tarea difícil (opciones de pago).

Santoña y Laredo

Si me tengo que quedar con una, me quedo con Santoña. Tiene unas calles animadas, un bonito paseo marítimo y, sobre todo, unas anchoas para chuparte los dedos. No dejes de probarlas.



Laredo me pareció más, el típico pueblo que ha perdido su esencia, en pro del turismo. Aquí figura a día de hoy, el récord de los 10 km en ruta (Toni Abadia 27'48'').



Fácil aparcamiento en los dos pueblos.

Castro Urdiales

Pueblo pesquero con encanto. Parece muy típico decirlo, pero lo ideal es perderse por sus calles. Visita obligada es la iglesia de Santa María de la Asunción. Fue una grata sorpresa. Desde allí, las vistas del Cantábrico son espectaculares.




Para poder aparcar hay que pagar sí o sí.

Cabárceno

Aquí no hay que venir con prisas. Puedes pasar el día entero. Así que lo mejor es venir a primera hora de la mañana. Accedes con el coche por una especie de peaje, dónde te venden la entrada. A partir de aquí, se trata de ir con el coche por todo el parque e ir estacionándolo en determinados lugares habilitados y poder contemplar los animales del parque, que están en semi libertad.

El mapa que te dan en la entrada, y los carteles, no están muy claros. Pero no te preocupes, hay diferentes caminos para poder volver, si te has perdido algo. Os aconsejo que llevéis unos prismáticos, ya que algunos animales quedan muy lejos.
Con la misma entrada, tienes acceso a los teleféricos que recorren el parque, y desde los que tienes otra perspectiva diferente.



Para comer está la opción del restaurante, pero nosotros preferimos llevarnos picnic. Hay un gran sitio acondicionado con algunas mesas, sombras, papeleras...

San Vicente de la Barquera

Sólo puedo hablar de su playa, ya que no entramos al pueblo. Es de esas que le gustan a los surfistas, con olas y más olas. Hay un gran aparcamiento de pago.


Potes

El pueblo que más nos sorprendió. Cada rincón era digno de hacer una foto.



Sus calles empedradas, sus casas de piedra, su paseo por el río...



A todo esto hay que añadir la gastronomía. No dejéis de probar el cocido montañés. Espectacular!



En la entrada del pueblo se aparca fácilmente.

Comillas

Podéis pasear por el pueblo, pero destaco la visita por dos cosas.

La primera, porque es donde se encuentra uno de los edificios que Gaudí proyectó fuera de Catalunya: el Capricho



Os dejo el enlace de la página oficial:

https://www.elcaprichodegaudi.com/

La segunda sorpresa está en las afueras del pueblo, a unos 10 km, pero dentro del municipio de Cabezón de la sal. Se trata de un bosque de secuoyas, que fue plantado con la idea de aprovechar la madera (durante la época franquista), pero fue un fiasco. Por suerte lo dejaron como lugar de paseo. Es un remanso de paz. No es fácil aparcar.




Playa de Noja

La más bonita de todas las que visitamos. Aguas tranquilas y cristalinas y poca gente, hacían la combinación perfecta. La pega es que si vienes tarde, cuesta aparcar (no fue nuestro caso).




Bárcena Mayor

Pueblo de piedra, que ostenta varios títulos de "mejor cocido montañés". Realmente son dos calles, y algunas más pequeñas que la cruzan, pero están muy bien cuidadas y al ser de piedra, le dan un encanto especial. Desde ahí se pueden hacer algunas rutas a pie.



A la entrada hay un gran aparcamiento, pero se llena fácilmente.

Santillana de Mar

Ya habíamos estado aquí hace muchos años, y en esta segunda visita nos decepciono un poco. El encanto de sus calles y casas, se veía reducido por las masas de gente y más gente paseando, y los comercios y más comercios que se habían abierto. Parecía un parque temático. Aquí se encuentra el museo de la tortura. No entramos, porque ya lo habíamos visitado hace años.




La única opción de aparcamiento es la zona de pago.

Cueva del Soplao

Hemos visitado tantas grutas, que esta tampoco destaca por algo especial. Dicen que es una de las cuevas con más estalactitas excéntricas que existen (que crecen hacia afuera). Para acceder al interior, se hace con un "trenecito".



Es necesario reservar, por si acaso. Hay mucho aparcamiento. Eso sí, cuidado con el GPS, que te lleva a una carretera cortada. Haced caso de los letreros que os vais encontrando.

Y ya fuera de la ruta cantábrica, nos acercamos a Bilbao. Yo ya conocía la ciudad, pues hacía 9 años había corrido el maratón, pero la cercanía fue un punto a favor para dar un paseo por la ciudad. Al ser un sábado de julio, la zona azul era gratis, así que aparcamos sin dificultad.
Dimos un paseo por los alrededores del Guggenheim.


Después seguimos el curso de la ría, hasta llegar al centro. No puedes irte sin tomar unos pinchos en alguno de los bares de las siete calles.



Después, el camino de vuelta, admirando edificios como el teatro Arriaga, el mercado de la Ribera o el reformado estadio de San Mamés.


Y este fue nuestro recorrido por esta bonita zona. Esta vez le di un descanso a las bambas de running.

jueves, 3 de octubre de 2019

De paseo por Edimburgo

Sin duda, para los que escapan de las sofocantes temperaturas estivales, es el destino ideal. Nada más llegar al aeropuerto, una leve y fina capa de lluvia, acompañada de un fresquito agradable,  nos vino a recibir. 

Existen diferentes opciones para llegar al centro. Nosotros optamos por el autobús, que nos dejaba más cerca de nuestro apartamento, a unos 25 minutos andando del centro.
Edimburgo es una ciudad que se puede recorrer perfectamente a pie, aunque precisamente llana, no es. Y ¿que se puede hacer por esta bonita ciudad? Pues os doy algunas pistas:

Visitar el castillo

Recorrer tranquilamente todos los recintos que lo forman, puede llevar toda una mañana (hay que ver los museos, capilla, prisiones, el cañón de la una en punto...). Se forman grandes colas para comprar las entradas y después acceder al recinto, pero avanzan rápidamente. Recomiendo realizar la visita en el sentido inverso al que figura en el mapa, para evitar durante un rato las aglomeraciones.






Hollyrood house

Es el palacio de la reina cuando visita Escocia. Puedes visitar a tu aire con una audioguía, las diferentes estancias y jardines que forman este conjunto arquitectónico. Recomendable.




El museo nacional de Escocia

Se acerca bastante a otros museos de arte moderno que he visitado, pero con una gran variedad de estilos y culturas representados. Es gratis.




Los miradores de la ciudad

Hay sobre todo dos lugares, desde donde se obtienen las mejores vistas de la ciudad.
El primero de ellos es Calton Hill. En un breve paseo, eso sí, todo cuesta arriba, llegas a esta pintoresca colina. Aquí se encuentran diferentes monumentos, que puedes aprovechar para poder hacerte una buena foto, con la ciudad como telón de fondo.




El segundo es la colina de Arthur's Seat. Para llegar hasta aquí, el paseo es un poco más exigente. Las vistas también son espectaculares. Es un excelente lugar para tomar una buena dosis de oxígeno.




Las calles más conocidas

Aunque existen muchas calles conocidas, me quedo sobre todo con dos: la Royal Mile y Victoria Street.
En la Royal Mile se concentra la "esencia" de la ciudad. Va desde el castillo hasta Hollyrood house. En ella hay restaurantes, tiendas, la Catedral de St Giles, artistas callejeros, atracciones turísticas, los closes (callejones que se adentran entre los edificios)...




Victoria St es más corta, pero tiene mucho encanto. Es la típica foto de postal, con sus casas de colores.




Los jardines

Son muchas las zonas verdes que te vas encontrando por toda la ciudad, cosa que no es extraña, si se tiene en cuenta los días de lluvia que se contabilizan en un año (más de la mitad).
Vamos a destacar tres lugares: Princess street, the Meadows y el jardín botánico.
Princess street es el jardín más céntrico y bullicioso de la ciudad. Es un bonito espacio para tomar un helado, mientras tienes una perspectiva diferente del Castillo. Cerca de este parque encuentras también varios restaurantes, tiendas...




The Meadows es para mi gusto, la zona verde de descanso y ocio por excelencia. Estuvimos un par de veces aquí, "letargando" un rato de las largas jornadas de turismo. Puedes ver a niños y no tan niños jugando al fútbol, probando el frisbee, corriendo, tumbados en el césped, viendo una peli en el cine de verano...




El jardín botánico es también una zona de paseo y de desconexión para turistas y autóctonos. Tal y como pasa en otros lugares públicos, éste también es gratis.





 Dean Village

Es como un pueblo dentro de la ciudad, con unas construcciones pintorescas. Una buena opción es la de dar un paseo por una zona boscosa que recorre la zona de punta a punta (water of leith). Parece que te has trasladado a otro siglo.





Dependiendo de los días que estés, puedes hacer de más y de menos. Como íbamos a estar varios días, optamos por ver también otras zonas de Escocia.

Los lagos

El país entero está lleno de lagos. Encuentras agua por todas partes. De hecho, los habitantes de Escocia no pagan un recibo del agua. Es normal pedirla en algún establecimiento y que te la sirvan del grifo, muy buena, y gratis.
Cada lago tiene su encanto. Nosotros visitamos tres..

Del lago Lomond, destacar que tiene un bonito paseo en sus márgenes. Junto a él, coincidió en la época que fuimos, que se celebraban los juegos de las Highlands (lanzamiento de tronco, carreras, peso...). Curioso.




El lago Katrine es el más bonito, por el lugar donde está, rodeado de verde por todas partes. También tiene un paseo espectacular (buen lugar para el running).




Por último, el mítico Lago Ness. Unos barcos, tipo ferry, hacen un bonito recorrido de unos 50' alrededor del lago. Uno de los tripulantes va contando la historia del lago, con toques de humor. Mientras navegas vas viendo la profundidad del lugar donde estás. Yo diría que pude ver a Nessie.



El valle de Glencoe

Es la típica foto de postal, con el valle que se abre paso entre las montañas. Si hay un poco de niebla, resulta todavía más espectacular.




Glasgow

La visita a esta ciudad fue como la del médico. La vimos un poco de paso. Sí nos dio tiempo a entrar en la catedral y pasar por alguna de sus calles (con auténticas obras de arte pintadas en la pared). Dejaré mi valoración para una futura visita, quien sabe si en forma de maratón.




Decir para acabar, que además de verde y más verde, durante el recorrido hicimos alguna parada fotográfica interesante, como en la escultura de los Kelpies...



...en el castillo de Doune (de Juego de Tronos)...



... o en el Commando memorial.

Si quieres hacer running, existen muchas zonas verdes espectaculares. Dentro de Edimburgo con tantas subidas y bajadas puedes hacer unas buenas piernas.