lunes, 4 de noviembre de 2024

Festival de la lavanda

 Hacía bastante tiempo que había oído hablar de los campos de lavanda de Brihuega, en Castilla la Mancha. Durante un periodo del mes de julio, la floración en los campos hace que todo se tiña de color lila. Hay alguna zona en Francia donde también ocurre lo mismo, como en la Provenza. Al igual que sucede en otros lugares, que se crea un negocio paralelo aprovechando el turismo que acude a ver este tipo de espectáculo de la naturaleza, este pueblo guadalajareño ha hecho todo un evento de esto.

Pero voy a explicar cronológicamente como fue el finde.

A media mañana llegamos a Guadalajara, donde teníamos el alojamiento. En Brihuega hay pocos hoteles y apartamentos, y lo que hay es carísimo en estas fechas. 

Guadalajara no es de las ciudades que tiene más para ver. En apenas dos horas has visitado lo más importante, como el Palacio del infantado, o el panteón de la condesa de la Vega del Pozo.


Después de comer, una pequeña siesta ya que habíamos madrugado y habíamos hecho mucho coche, una ducha.... y a vestirse de blanco, ya que a media tarde empezaba el plato fuerte de la escapada: el festival de la Lavanda de Brihuega.

Lo primero que hicimos, fue aparcar lejos del pueblo, ya que es casi imposible dejar el coche en el núcleo urbano. En la calle principal se monta un mercado, con la lavanda como principal protagonista. Puedes encontrar ramos, miel, esencias, jabones...todo con la lavanda como "ingrediente" principal.

Una vez recorrida la calle, nos pusimos de camino al concierto que se celebraba en medio de los campos de lavanda. Es una de esas cosas que recuerdas para siempre.


La cantante que iba a actuar ese sábado era Rozalén, así que desde semanas antes ya habíamos estado escuchando canciones de esta artista, que si bien nunca había estado entre nuestras preferencias musicales, tampoco nos desagradaba. Además, no sólo era la cantante, sinó el entorno, la compañía...

Antes de empezar la actuación, ya vimos que iba a ser un momento mágico; todo el mundo vestido de blanco, campos y campos de lavanda, sillas colocadas estratégicamente para tener una buena perspectiva del escenario, y un sol, que a medida que avanzaba la tarde, se retiraba a "dormir" dejando un paisaje increíble de colores anaranjados, azules y lilas.



De la actuación de Rozalén, sólo hablar maravillas. Canciones con una letra muy especial, con todo un alarde de voz y una cercanía de la cantante que te llevaba a un momento muy acogedor.



El día había sido largo, así que después del concierto, cena en una food truck que había en el mismo recinto, un rato de "baile" con dj y todo...y para Guadalajara a dormir.

Al día siguiente ya volvimos para casa, pero aprovechamos la ruta para visitar Sigüenza.



 Por casualidad, coincidimos con una feria medieval, con espectáculo y todo. Después de recorrer sus empredradas y empinadas calles comimos en un restaurante de la zona baja, y otra vez a la carretera para acabar con un fin de semana muy especial.


viernes, 6 de septiembre de 2024

Descubriendo el este de Canadá

Un territorio tan extenso como Canadá necesita de más de una visita. Hay dos partes bastantes diferenciadas. La zona este, que es más cosmopolita, con algunas maravillas de la naturaleza, como las cataratas del Niágara, y la zona oeste de los parques naturales. Decidimos hacer la parte este y dejar el oeste para otra ocasión. Ahí va nuestro recorrido:



TORONTO

Lo primero que nos llamó la atención es la agilidad en el aeropuerto para hacer los trámites de entrada. Tú mismo pasas el pasaporte por unas máquinas, contestas un cuestionario (está en español también) y le entregas una especie de recibo al agente de aduanas. Eso es todo.

La primera impresión que me causó la ciudad, con diferencias evidentes, fue parecida a la de New York. Es como si fuera su hermana pequeña, con grandes rascacielos por todos lados, grandes avenidas e incluso con una plaza llena de neones al estilo de Times Square.  Lo más llamativo de la ciudad son sus grandes estructuras de "cristal" que hacen de oficinas, ya que es una urbe financiera.



La lista imprescindible de visitas es corta: la CN Tower (no subimos para ver Torontontero), Yonge Dundas square (el pequeño Times Square), la plaza Nathan Philips, donde te puedes hacer la típica foto con la palabra "Toronto" y la ciudad subterránea (ideal si vas en invierno, porque puedes recorrer parte de la ciudad sin pasar frío, disfrutando de los locales de restauración y tiendas).

Hay otra serie de edificios bonitos que te vas encontrando mientras paseas por la ciudad, como el Gooderham building, o los alrededores del estadio de béisbol...que ya irás descubriendo.



NIÁGARA ON THE LAKE

Es un pequeño pueblo que nos encontramos antes de llegar a las famosas cataratas del Niágara. Es como los barrios de casas unifamiliares de clase alta que se ven en muchas películas americanas. Todo esto rodeado de muchas zonas ajardinadas y tiendas de souvenirs y restauración.



CATARATAS DEL NIÁGARA

Naturalmente, el punto estrella del recorrido. Una de las cosas que me llamó la atención es el pueblo donde están ubicadas, Niágara Falls. Se trata de un lugar hecho para el turismo, al más puro estilo de las Vegas, con hoteles, restaurantes, tiendas, atracciones... 

Ver las cataratas es algo impresionante. No son muy altas, pero sí muy extensas. Es increíble ver la cantidad de agua que cae por ahí. Hay como dos saltos diferentes. El que tiene forma de "U" es el más espectacular. 


Desde los miradores se puede apreciar que los canadienses tienen una mejor vista de los saltos de agua que los estadounidenses.


Una experiencia que recomiendo es la de coger un Ferry que te lleva hasta casi la misma bases de las cataratas. A pesar del chubasquero que te dan, acabas bastante mojado. Hicimos bien en llevar unas chanclas, porque los pies acaban chorreando.


MIL ISLAS

Hacen de frontera natural entre Canadá y Estados Unidos, en el curso superior del río San Lorenzo. Hicimos un recorrido de una hora. Vas viendo las construcciones (sobre todo mansiones) que se han ido edificando en las diferentes islas. Luego dicen que el dinero no da la felicidad.



OTTAWA

Una de las sorpresas agradables del recorrido. Es la capital del país, pero da la sensación de no estar tan masificada. Hay muchas zonas con encanto y aquí sí te encuentras muchos edificios, esculturas...parecidos a las de ciudades bonitas como Praga o Viena.

Como en Toronto, os hago un listado de lugares que hay que ver:

- Parlamento



- Hotel Fairmont Chateau

- Catedral de Notre Dame

- Mercado ByWard (aquí, además de muchos lugares para comer, encontrarás la palabra "Ottawa" en grande, para hacerte una foto.



Aquí estuvimos un día y medio y no nos dio tiempo de hacer mucho más.


QUEBEC

Para mi gusto, la ciudad más bonita de todo el recorrido. Coincidió que en esas fechas se celebraba el festival de verano, con conciertos gratis. Así que la diversión estaba asegurada hasta la noche.



 Aunque también mencionaré algunos lugares para ver, el encanto de esta ciudad radica en cada rincón. Déjate llevar dando un paseo por las principales calles y disfruta con todo lo que te vas encontrando (eso sí, llévate un mapa para no perderte nada). 

Destaco estos lugares:

- Viex-Quebec

Aquí hay que diferenciar dos partes, la alta y la baja. Para ir de una a otra puedes hacerlo caminando o con un pequeño funicular de pago. Las calles más bonitas para ir visitándolo son: Saint Jean, Saint Louis, Rue du Petit Champlain y Rue  du Trésor.

- Place Royal

- Chateau Frontenac


- Terrase Dufferin

- Ciudadela

Aunque es de pago, el cambio de guardia puedes verlo gratis. No es muy espectacular, como en ciudades como Londres, Copenhague, Estocolmo...



-Las puertas de acceso:

Las más bonitas son las de Saint-Jean, Kent y Saint Louis.

- Parlamento


- Catedral de Notre Dame (no os perdáis un mural, en la fachada de un edificio que hay en una de las calles que desembocan en la plaza donde está la catedral).

- Gare du Palais


Aparte de eso, hay un paseo agradable en la zona del puerto, aunque a nosotros nos pilló aquí la lluvia y no pudimos disfrutarlo bien. 


COSTA DE BEAUPRÉ

Toda esta zona está relativamente cerca de Québec. Nosotros contratamos una excursión, que nos llevó a diferentes lugares. Mereció mucho la pena.

Basílica de Sainte Anne de Beaupré: espectacular edificio religioso. Por fuera es bonito y por dentro no se queda atrás, con sus pinturas, vidrieras, mosaicos y esculturas.




Isla de Orleans: me recordó mucho a la zona de mil islas, con sus grandes casas y jardines. Un remanso de paz en general.

Cascada de Montmorency: gran salto de agua (más alto que las cataratas del Niágara, aunque menos ancho).


Cañón de Santa Ana

Fue otra de las sorpresas del viaje. Se trata de un camino que transcurre entre el bosque, pasando cerca de una gran cascada de agua, con bonitos senderos, puentes colgantes... toda una experiencia.



MONTREAL

La última de las ciudades del recorrido. Lo primero que hicimos es un tour panorámico, para ver la zona olímpica, que está en las afueras, y el circuito de F1 de Gilles Villeneuve (el autocar nos hizo un recorrido por dentro del circuito). Desde esta zona hay unas vistas fantásticas del Skyline de la ciudad.



El centro histórico es también muy europeo, como en Québec. Tiene una calle principal, donde te vas encontrando los edificios más importantes y que va desembocando en diferentes plazas muy bonitas.



Por otro lado Montreal tiene una parte céntrica, pero alejada del centro histórico, con muchas iglesias, calles animadas, tiendas, grandes plazas...



Es una ciudad con muchos contrastes a nivel arquitectónico. 



Nos llamó la atención la cantidad de indigentes que hay por todos lados en esta ciudad. Nos enteramos que el estado ofrece una serie de recursos a estas personas, y eso hace que a pesar de todo, los índices de delincuencia sean muy bajos.

Fue en esta ciudad donde probamos uno de los platos "estrella" de la zona francófona del país, la poutine, un plato hecho con patatas fritas, queso en grano y salsa de carne.



En la época de verano, que es cuando fuimos, hay un espectáculo de fuegos artificiales que merece la pena ver.

Y así a grandes rasgos, éste fue nuestro recorrido por este bonito país, al que tenemos que volver en otra ocasión. 

martes, 28 de mayo de 2024

Maratón de Manchester

Después de leer esta entrada, alguien puede pensar que Manchester no es una buena opción ni para correr, ni para realizar una visita turística, pero la verdad es que mi sensación no fue esa. El simple hecho de correr y visitar una ciudad que no conocía, fue motivo suficiente para volver contento de ese fin de semana largo, que empezó el sábado por la mañana y acabó el lunes por la noche.
Después de llegar a primera hora al aeropuerto, nos dirigimos al centro de la ciudad. El trayecto en tranvía dura algo más de una hora, pero te permite ir viendo algunos pueblos por el camino. Fuimos directos a recoger el dorsal y a continuación a dejar las mochilas en el hotel. Con esto ya se fue media mañana.



 La lluvia hizo acto de presencia. Nos limitamos a ir a un bar a tomar un café, ya que para entrar a la biblioteca John Rylands, uno de los puntos turísticos de la ciudad, había mucha cola y estaba lloviendo bastante. De camino pasamos por el barrio chino, lugar pintoresco de la ciudad.


Con todo esto ya se hizo la hora de comer.



Después de hacer la "carga" de hidratos de carbono, nos dirigimos al campo del Manchester City a ver el partido Manchester-Luton. Sergio, hijo de mi amigo Goyo, nos había dado unas entradas, ya que es amigo de uno de los jugadores del City.



El partido no defraudó y vimos muchos goles. Quedaron 5-1.



Al acabar, de vuelta al hotel, nos pilló una tormenta (sin paraguas). A media tarde, un paseo por el centro (poco que ver), cena en un italiano, y de vuelta al alojamiento. Nos esperaban 42'195 km al día siguiente.
El día amaneció frío, pero la lluvia nos dio una tregua. El tranvía nos dejó en la salida de la carrera en un trayecto de una media hora. El maratón de esta ciudad se caracteriza por tener una alta participación, así que hay diferentes cajones de salida, y diferentes horarios para iniciar la carrera, según el ritmo de cada corredor. En nuestro caso habíamos puesto una previsión de 3h 15´ para poder salir juntos (al final yo salí un poco antes que Goyo).



Mi previsión inicial era salir a ritmo de sub 3h hasta la media maratón, y luego ir bajando el ritmo para ir cómodo, e intentar bajar de 3h 9´. Y esto fue lo que pasó:

Empieza la carrera. Pasado el primer km veo que voy cómodo corriendo a 4'16"- 4'17", así que no me planteo ir más rápido. No veo a ninguna liebre que me haga de referencia. Los km pasan entre llanos y falsos llanos, hasta que entras al centro de la ciudad. Aquí encuentras a los primeros aficionados y familiares que te animan en las primeras subidas de la carrera. Por suerte, todo lo que sube baja, y en apenas 1'5 km, se vuelve a bajar por el mismo sitio. En 3 km has entrado y salido del centro de la ciudad.
Antes de seguir explicando, decir que aunque todo está bien señalizado, sólo encontramos cada 5 km un cartel con la medida europea. el resto está marcado en millas. Tienes que ir fiándote de tu GPS.
Y el resto de la carrera no tiene mucha historia más. Recorrido mayormente llano, con algunos repechos, y con poco público. Sólo cuando atravesabas algún pueblo, veías que la gente se volcaba con los corredores. 
Pero vamos poco a poco. Llego a la media maratón. Mi previsión inicial era pasar en menos de 1h 30' y paso en algo más de 1h 32'. Tampoco me importa demasiado, porque me encuentro bastante bien. Pasado este punto bajo el ritmo con la intención de correr la segunda parte sin sufrir mucho. Y ese ritmo está en torno al 4'35", así que pongo la "velocidad de crucero" y, sin pasarlo mal, consigo llegar a meta con muy buenas sensaciones.
No consigo bajar de las 3h 9´porque la carrera es un poco más larga, pero bajo de las 3h 10'. Mirando el GPS, me dice que he hecho la maratón en 3h 7', pero bueno, no dejan de ser números, que tampoco les doy tanta importancia a día de hoy.


Lo malo de esta carrera es que, la mayoría de corredores, utilizamos el tranvía para regresar al centro de la ciudad y las colas son monumentales. De esta manera, no llegamos a nuestro destino hasta pasadas las 14 h (tarde para comer en cualquier país de Europa). Decidimos entrar en una pizzeria y, dato curioso, nos invitan a una de las pizzas por haber corrido el maratón (llevábamos las medallas puestas). 



Por la tarde una merecida siesta, un breve paseo, una cena casi gratis, ya que nos vuelven a invitar a las pizzas en otro restaurante (lo anunciaban en la puerta) y al hotel a dormir.
A la mañana siguiente me levanto bien, sin apenas dolores musculares. Como he dicho al principio, Manchester es una ciudad con poco para ver, así que visitamos la catedral, Shambles Square, pasamos cerca del ayuntamiento, pero no se ve porque está de reformas y finalmente el museo de la ciencia y la industria (gratis).





La última anécdota del día iba a pasar en el aeropuerto. Por motivos técnicos el avión de regreso salió con más de 7 horas de retraso, así que llegamos a casa por la madrugada. Por suerte, días después, nos llegó una indemnización de 250 euros a cada uno. 
Y ya a pensar en la siguiente carrera!!!




miércoles, 22 de mayo de 2024

De Burdeos a Albí

Nunca imaginé que iba a hacer esta combinación de viaje, pero al final nos pareció la más adecuada para los días de los que disponíamos. En un principio nos íbamos a limitar al pueblo de Albí, en la región occitana, pero como tuvimos unos cuantos días extras y nuestro recorrido iba a ser en coche, ampliamos a los pueblos de los alrededores y a la bonita ciudad de Burdeos. Empecemos!




BURDEOS

Sin duda, una de las ciudades más bonitas de Francia. Tiene un entramado de calles bastante irregular que hace que cuando paseas sin rumbo fijo, callejeando, te puedas desorientar y volver a pasar por el mismo sitio. 



Es conocida como la ciudad del vino, y cuenta con un gran museo que así lo atestigua. Sólo por ver el edificio merece la pena dar un paseo hasta aquí.



Se puede recorrer perfectamente andando, sin utilizar ningún transporte, y con un par de días es suficiente. Buena ciudad para visitar en fin de semana. Os dejo un listado de los lugares que considero imprescindibles (sin dar más detalles):

- Edificio de la ópera.



- Ciudad del vino.



- Plaza de la bolsa.



- Puerta de la campana.



- Catedral.



- Puerta del Calhau.



- Barrio de Saint Pierre.



- Plaza des Quinconces.



- Rue Sainte Catherine.





Y si os gusta correr, éste seguro es un gran lugar. Existen diferentes rutas. Yo hice una que bordeaba el río Garona por los dos márgenes (cruzando por dos puentes, en una ruta de unos 9 km). Me llamó la atención la cantidad de gente haciendo deporte a las 7 h de la mañana.



ALBÍ

Pues este era nuestro destino en un principio, y la verdad es que no defraudó. Pasear por el casco antiguo ya es por si sólo, un gran motivo para visitar la ciudad.



 Pero lo realmente importante es su catedral, la más grande hecha con ladrillos. Y si te parece imponente por fuera, espera a ver el interior. Es de pago, pero es de esos gastos que merecen la pena. 



Si vas paseando por su casco antiguo, estate atento porque podrás encontrar desde las pintorescas casas de ladrillo y madera,  hasta las típicas letras de "Albí" para poder fotografiarte, con la catedral de fondo.



Y si te gusta el arte, podrás visitar el museo de Toulouse-Lautrec, con una gran colección del artista y otros pintores contemporáneos.




 OTROS PUEBLOS

En esta ocasión, para no repetirme mucho, os dejo la lista de los pueblos que visitamos cerca de Albí, y que en un solo día los puedes recorrer. Es una ruta que nos hizo el propietario del alojamiento donde estábamos, y que incluye lugares turísticos conocidos y otros más desconocidos. En todos te encontrarás callejuelas empedradas, con casas típicas de piedra y manera, que te transportarán a otra época. Es cuestión de callejear:

- Saint Emilion (cerca de Burdeos).



- Cordes-sur-cel



- Penne





- Bruniquel



- Puycelsi



- Castelnau de Montmiral



Y para acabar con nuestro recorrido hicimos una visita a las grutas de Lombrives. Primero subes hasta el inicio del recorrido en un tren de esos turísticos que se ven en muchos pueblos (también puedes ir andando). La visita es guiada. Nosotros la hicimos en español. Es un camino por galerías espectaculares, que dura más de dos horas. Nos gustó.