miércoles, 13 de diciembre de 2023

Maratón de Málaga

 Antes de empezar a explicar como fue la carrera, hay dos circunstancias que se tienen que tener en cuenta a la hora de interpretar el planteamiento de este maratón. 



Lo primero es que ya, desde el año pasado, decidí que ya no iba a seguir buscando una marca en concreto. En su momento intenté bajar de 3h (un par de veces), pero no ha sido nunca lo más importante para mi. Obviamente cuando me pongo en la línea de salida es para hacerlo lo mejor posible, pero mis prioridades son otras. No cambiaría esa marca por las experiencias que he tenido corriendo en tantos y tantos lugares (Valencia, Zaragoza, San Sebastián, Bilbao, Sevilla, Zürich, Frankfurt, Praga, Milán, Lisboa, Liverpool, Granada, Murcia, Málaga y por supuesto mi ciudad, Barcelona). Ya desde el año pasado cambié de estrategia. Entrenar a tope, cosa que me motiva, y correr el maratón en función de esos entrenos.

La segunda circunstancia tuvo que ver con algunos problemas físicos, que me hizo cambiar ritmos, frecuencias e incluso sesiones de entreno. De hecho estuve parado dos semanas y media en octubre, y la vuelta fue muy progresiva. De esta manera llegaba justo de kilómetros a Málaga.

Vamos ya al fin de semana de la prueba. La temperatura era alta para la época. Unas máximas en pleno mes de diciembre de 23º. Llegamos temprano a la ciudad. El ritual fue el mismo que en otras ocasiones, y más al no ser la primera vez que visitaba la ciudad (descartamos el turismo). Primero dejamos las cosas en el hotel, luego un desayuno rápido. A continuación un paseo hasta la feria del corredor (por cierto, con bastantes stands). 



Una vez ya con la bolsa del corredor y el dorsal, fuimos a recargar los depósitos con hidratos de carbono (esta vez en forma de Paella). Por la tarde tocó descansar en el hotel, pasando por la calle Larios y la Catedral. 

Finalmente, la cena en un restaurante italiano, y de vuelta al alojamiento.

Día de la carrera

A las 6:30 sonó el despertador. Desayunamos en la habitación. Después comprobamos que llevábamos todo lo necesario (ropa, geles, dorsal...) y dejamos el hotel. A esa hora hacía fresco. Calentamos un poco y nos fuimos a la salida. Como he dicho antes, esa preparación fue diferente, así que un par de semanas antes pensé que haría los primeros km por sensaciones, a un ritmo que pareciera bastante cómodo. De esta manera, para tener una referencia, me puse con la liebre de sub 3h, consciente de que no podría seguir su ritmo toda el recorrido, pero que me podía hacer correr cómodo durante un buen rato. Y esto fue lo que pasó:

Inicio hasta km 5

Salgo detrás de la liebre. Paco se va hacia delante. Voy cómodo, pero noto que no podría seguir ese ritmo durante 42 km, y me dejo caer al final del grupo, perdiendo algo de distancia. Alguien comenta que va muy rápido y miro el GPS por primera vez en el km 3. Vamos a 4´05". Ya decía yo! De repente veo que poco a poco me voy acercando. Ha levantado un poco el pie del acelerador. Me uno al grupo sin problemas, y antes del km 5, alcanzo a Paco. 



km 5 a media maratón

El recorrido es bastante llano. En ocasiones me apetece hasta ir más rápido, pero creo que es mejor seguir con la liebre. Me sigo encontrando muy cómodo. Paso la mitad de la prueba en 1h 29' 08". No sé por donde va Paco, pero sé que se ha quedado algo retrasado.



km 22 a 24

Las piernas, concretamente los cuádriceps, se me empiezan a cargar. No voy mal de pulsaciones, pero la falta de km en los entrenos empieza a hacer mella pronto.


km 25 a 30

Bajo un poco el ritmo, pero las molestias van creciendo en los cuádriceps. Me molesta más bajar que subir. El ritmo va decayendo.


km 31 al final

Me pongo a un ritmo donde se minimizan un poco las molestias, en torno a 4'48"el km. Calculo que si sigo así, puedo bajar de 3h 10´, que sería todo un éxito dadas las circunstancias, y que colocaría esa carrera en el top 3 de mis maratones.

Y es de esta manera que mantengo un ritmo constante hasta la meta. Finalmente 3h 8' 48", a 9" de mi segunda mejor marca.



Sigo pensando al cabo de los días, que como dice mi amigo Rafa, colocarse en la línea de salida es ya todo un éxito.

Pero bueno, acabo de explicar brevemente el resto del día.

 Cuando llego al guardarropa espero a Paco que llega muy cansado. Ha hecho un tiempo de 3h 25'. Como podemos, vamos a un gimnasio de la ciudad (que por cierto nos dejan duchar gratis). Es una lástima que una prueba como esta no ponga servicio de duchas. Después una excelente comida en un restaurante Japonés, y de vuelta a casa el mismo día (con retraso de 2 horas del vuelo incluídas).



Y es curioso como, todavía con agujetas mientras escribo estas líneas, ya estoy pensando en la próxima Maratón en el mes de Abril. Manchester nos espera!!!




lunes, 4 de diciembre de 2023

Ibiza, más allá que una isla "de fiesta"

 Seguramente si planteas un juego de esos de asociación de palabras, en los que dices lo primero que te viene a la cabeza, y dices "Ibiza", mucha gente la asociará con la palabra "fiesta". Alejándome de esa idea hoy os explicaré mi experiencia en la isla, centrada sobre todo en la visita a las diferentes playas y calas. Empecemos!!!

Cala Salada y cala Saladeta

Seguramente de las más bonitas, pero también de las más masificadas. Llegamos un poco después de las 10 de la mañana (muy tarde pero estábamos condicionados por el desayuno del hotel). Aparcamos en el polideportivo de Can Coix y desde allí cogimos un autobús hasta la cala (te deja a unos 200 m). La razón, es que el parking de la cala es muy pequeño, y a partir de las 9:30 la carretera (en temporada alta) está cortada. En el polideportivo hay aparcamiento de sobras. Pero lo realmente difícil fue encontrar un sitio libre para poner la toalla. Seguramente en otra época del año, con sus aguas turquesas, parecería el paraíso, pero allí como sardinas en lata, perdía algo de encanto. Hay servicio de socorrismo.



Cala d'hort

A pesar de ser una cala pequeña, pudimos aparcar bien en una zona gratuita, de tierra, antes de bajar al pequeño parquing a pie de playa. Hay una amplia zona de hamacas que quita mucho sitio a los que vamos con la toalla. El agua, como casi en toda la isla, parece una piscina. Hay unas vistas muy bonitas de la pequeña isla de Es Vedrá.



Cala Benirrás

Dicen que este lugar tiene algo mágico...y no defraudó. Tuvimos la suerte de aparcar en el único sitio que quedaba libre antes de llegar al parking. Tiene todo tipo de servicios e incluso alguna pequeña parada de ropa. Pero lo verdaderamente impresionante, son las puestas de sol (por eso fuimos por la tarde). El sol empieza a ocultarse y el cielo va adquiriendo unos tonos anaranjados y rojizos espectaculares. Además hay gente tocando el tambor coincidiendo con esta puesta de sol. Había leído que esto pasaba los domingos. Pero era un sábado y también sucedió.



Playa de las Salinas

Hay un amplio aparcamiento de pago para dejar el coche (no hay opción B). Dicen que es la playa de los famosos. Su gran extensión hace, que aún en temporada alta, encuentres sitio fácilmente. Hay una zona de hamacas amplia y lugares para tomar algo o comer. Se pueden ver también diferentes embarcaciones ancladas. Me di un paseo para ver si veía a alguien conocido, pero no era el día. De tanto en tanto se iban paseando promotores de las discotecas "Chic" de la isla, como Ushuaia.



Aparte de llevar la toalla, si quieres ahorrar algo, pasáte antes por el supermercado de Can Pep Tixedo. Te hacen unos bocatas con pan recién hecho y embutido recién cortado, espectaculares.


Cala de San Vicente

Después de un camino de curvas, te encuentras esta cala (tamaño casi de playa) que fue una de las que más nos gustó. Hay aparcamientos gratuitos, pero tampoco van sobrados. Su forma hace que sea una cala de aguas tranquilas, con el agua transparente.Hay mucho sitio para ponerse. También tienes diferentes lugares para comer, eso sí, caros como todo en la isla. Es conveniente reservar para asegurarte de que tienes sitio.



Cala Llonga

No estaba en nuestros planes, pero decidimos pasar allí un rato por la tarde. Aparcar es fácil, ya que hay un gran parking público gratuito en un descampado. Al ir por la tarde te tienes que poner de espaldas al mar, si quieres tomar el sol. Puede que esta cala es la que tenía el agua menos limpia y clara de todas las que visitamos.


Playa es canar 

No está masificada. Es una extensa playa de aguas tranquilas que está en el mismo pueblo de Es Canar, donde teníamos el alojamiento.

 

Si buscas tranquilidad, pero a la vez un lugar con algunas tiendas, hoteles, restaurantes y algún lugar para tomar un cóctel por la noche, éste es tu lugar.



Cala Conta

Hay que dejar el coche un poco lejos, en un aparcamiento de tierra gratuito. La cala es también una de esas de postal, de color turquesa intenso. Lo malo es que cuando fuimos, un grupo de medusas decidió también estar por la zona. Pudimos refrescarnos un poco los pies, pero poco más. 



Y además...

Podéis ver que la mayor parte de nuestro tiempo la empleamos en descansar en las diferentes calas y playas, comer bien, pasear...



Aparte de eso quiero destacar alguna cosa más que se puede hacer:

- Visitar algún mercadillo Hippie. El de Es canar son apenas dos calles muy pequeñas. Yo no iría allí expresamente. Al estar alojados en la zona dimos una vuelta por la noche. En 10 minutos estaba visto. El de las Dalias ya es otra cosa, ya que tiene muchas tiendas de todo tipo, además de algunos lugares para comer o tomarse algo.



- Dalt Vila es el casco antiguo del pueblo de Ibiza. Aunque no destaco ningún edificio o monumento, si merece la pena callejear por sus calles empedradas, con sus casas blancas y algunas tiendas. Aunque la subida cueste un poco, merece la pena por las vistas que tienes desde diferentes miradores.



Y aunque nosotros no fuimos "de fiesta" no descubro nada nuevo si digo que en la isla hay numerosas discotecas de esas que en verano están en pleno apogeo y tienen tanto atractivo para mucha gente, como el Ushuaia o la Pachá.

Una tarde también fuimos paseando cerca de la playa de Sant Antoni. Existen muchos lugares para ver la puesta de sol en Ibiza, pero aquí hay uno de los más míticos de la isla, el café del mar. Lo vimos por la tarde, así que nos perdimos esa "magia". 



Nos salió más barato ver ese espectáculo en la cala Benirrás.

Muchas compañías ofrecen coches de alquiler. Sin duda es la mejor manera de recorrerte la isla. 

Y esa fue nuestra experiencia en la isla.




domingo, 26 de noviembre de 2023

Tesoros de Turquía

 Para esta ocasión decidimos hacer un viaje organizado, de esos que ves muchas cosas en poco tiempo. Es verdad que es un tipo de viaje que te da menos libertad de movimiento, pero que te hace ganar tiempo en transporte, e incluso en las colas a algunos lugares. Os explico como fue la ruta.



El primer día llegamos tarde a Estambul, y nos dio el tiempo justo para dar un paseo corto, pero que ya dejaba pistas de lo que nos íbamos a encontrar (y aunque parezca lo contrario, lo digo positivamente): una ciudad masíficada, mezcla de diferentes culturas, con muchos contrastes si hablamos de arquitectura, y caótica (coches pitando, multitud de gente por las aceras...). Para contrarestar, ese primer día ya pudimos disfrutar  de la primera mezquita del recorrido, la de Fatih.



Y con este breve paso por la ciudad, tomamos rumbo a la Capadocia. Los últimos días del tour, volveríamos a disfrutar de esta gran urbe.

El camino se hizo largo, ya que recorrimos más de 700 km en autocar. Por suerte, la ruta deparó algunas sorpresas, como el Mausoleo de Atatürk, donde pudimos ver uno de esos cambios de guardia típicos de muchos paises europeos. Desde allí tienes una buenas vistas de Ankara. El recinto es amplio. 



Otra parada interesante, antes de llegar a la Capadocia, fue la de las salinas de Tuz Gölü, un lago salado de 48 km de largo y 80 km de ancho, por el que puedes caminar.



 Llegamos de noche al hotel, así que a cenar y a dormir para coger fuerzas.

El día en Capadocia fue uno de los más espectaculares. Por todos lados veías esas formas tan peculiares, típicas de las postales. En nuestro caso visitamos el Valle de Göreme, el Valle de Avcilar, con una panorámica increíble de las "Chimeneas de las hadas", y por último el valle de Guvercinlik, uno de los más conocidos de la región. Y aunque no lo hicimos, mucha gente madrugó para hacer un vuelo en globo. 



Ya por la tarde, hicimos una visita a la ciudad subterránea de Derinkuyu, no apta para claustrofóbicos. Es un auténtico laberinto de túneles, que llegó a estar habitado por unas 20000 personas (casi nada). Allí tenían todo lo necesario para no tener que salir en semanas al exterior.



Y por la noche, fuimos a uno de esos lugares "diseñados" para el turismo, pero que en esta ocasión no nos defraudó. Una especie de sala donde nos deleitaron con bailes típicos, mientras podíamos degustar bebidas locales.

https://youtu.be/tUd0im93kH0


Al día siguiente tocaba volver a la carretera. Nos separaban algo más de 600 km hasta Pamukkale. Este recorrido se hizo un poco más pesado, ya que lo único que vimos fue un "caravansarai", una antigua edificación que utilizaban la gente de las caravanas que hacían grandes viajes para descansar, comer...



Llegamos a las 8 de la tarde-noche. Cenamos y todavía nos dio tiempo a darnos un baño en las piscinas termales del hotel. Un gran premio a una larga jornada.


La siguiente parada, otro de esos lugares que también salen siempre en las típicas postales de Turquía, Hierápolis, con su famoso "castillo de algodón", maravilla natural de gigantescas cascadas blancas, estalactitas y piscinas naturales formadas a lo largo de los siglos por el paso de las aguas, cargadas de sales calcáreas procedentes de fuentes termales...aunque no es oro todo lo que reluce. Nos encontramos que las piscinas estaban vacías.

 Por suerte, en el lado opuesto, había otras en las que podías meter los pies. En esa zona hay que ir con mucho cuidado para no resbalarse.


Pero eso no es lo único para ver en Hierápolis, ya que se trata de un recinto, al estilo de las ruinas de Ampurias, pero que además tiene uno de los anfiteatros romanos mejor conservados que existen. Me recordó mucho al de Mérida.



La siguiente parada de la ruta tampoco defraudó. Se trata de Selcuk, en el centro de Éfeso,  la ciudad antigua mejor conservada de Asia Menor que durante los siglos I y II tuvo una población de 250.000 habitantes y monopolizó la riqueza de medio oriente. Está también muy bien conservada. Allí se puede visitar el Templo de Adriano, los Baños Romanos, la Biblioteca, el Odeón y el Teatro.



 Muy cerca de allí está la "Casa de la Virgen María", lugar donde se dice que pasó los últimos años de su vida (aunque parece ser que la iglesia católica discrepa en este punto).

Y después de este bonito recorrido tocó volver a Estambul, esta vez sí, para verlo con calma, si se puede decir eso de una ciudad de más de 15 millones de habitantes.

Como ya dije al principio del post, la ciudad de Estambul está llena de contrastes. Lugares tranquilos y otros caóticos (los que más), edificios antiguos y edificios modernos, diferentes religiones...

Aunque tiene una gran extensión, la recorrimos casi toda a pie, ya que lo más significativo de la ciudad está relativamente cerca. Algunos lugares son de pago y otros gratis. No quiero hacer aquí una guía de viaje, así que más que explicar lo que vais a ver, os daré algún consejo de visita.

Santa Sofía

Bonita por fuera y espectacular por dentro. Es conveniente estar a primera hora, porque se forman grandes colas para entrar (aunque van rápidas). Como en todas las mezquitas, hay unas normas a tener en cuenta: piernas tapadas, hombros cubiertos y descalzarse.



Mezquita azul

En mi opinión más espectacular por fuera que Santa Sofía. Por dentro, pues con mucho encanto, pero si tuviera que elegir me quedaba con Santa Sofía. Por suerte no hay que elegir. Puedes disfrutar de las dos. Las colas aquí van rápidas.



Palacio Topkapi

No había mucha cola para entrar. Es un complejo con muchos edificios, museos y jardines. A ritmo tranquilo se pueden ir fácilmente un par de horas o más. Merece la pena invertir ese tiempo. Hay que pagar entrada.



Cisterna Basílica

Personalmente lo recomendaría, ya que es un edificio subterráneo, seguramente diferente a lo que hayas podido ver. El juego de luces le da algo mágico al lugar. También se paga entrada.



Hipódromo

Realmente en la actualidad es una plaza en la calle. Hay algún monumento que recuerda lo que fue ese lugar en la actualidad.



Gran Bazar

Un lugar para perderse con 80 calles y más de 4000 tiendas. Lo mejor es ir callejeando, sin rumbo. Al final las tiendas que te encuentras son casi las mismas y los precios parecidos...aunque funciona el regateo. Hay de todo.



Bazar egipcio o de las especias

Más pequeño que el anterior y más centrado en la alimentación. Podrás encontrar todas las especias que te imagines. Muy barato no es.



Crucero por el Bósforo

A nosotros, al ir en viaje organizado, nos entraba con el recorrido que hacíamos. Igualmente, en el embarcadero, hay diferentes compañías que lo ofertan. La vista que tienes de la ciudad es espectacular desde allí, y encima vas sentado. Una experiencia que hay que vivir.



Puente de Gálata

Cruzándolo vas de la parte antigua a la parte moderna (y de Europa a Asia). Además tienes una buena vista de la ciudad. Si te coincide con la hora de comer, puedes hacer allí una parada en alguno de sus restaurantes. Si está anocheciendo, verás desde allí uno de los mejores atardeceres.



Mezquita Rüstem Pasha

No es tan conocida, pero si tienes tiempo visítala. Tiene una decoración con azulejos que no te dejará indiferente.


Torre Gálata

Aunque no subimos, la pongo en la lista por ser uno de los lugares que aparecen en las guías. Pagar 25 € por contemplar la ciudad me pareció excesivo. Hay otros sitios en los que puedes hacer lo mismo y gratís.


Istiklal Caddesi

Calle comercial que te lleva hasta la conocida plaza Taksim. Hay muchas tiendas...y una de las pocas iglesias católicas de Estambul. De aquí recomiendo una parada en la pastelería Mustafa. Tiene unos pasteles increibles.


Naturalmente, una gran ciudad como Estambul ofrece muchas más cosas de las que vimos, como el café de las alfombras, los baños turcos u otras mezquitas. De igual manera, paseando sin rumbo por la ciudad, pudimos ver parques, calles, monumentos...que aquí no he mencionado, pero de gran belleza. Como digo siempre, lo mejor es verlo todo con tus propios ojos.

viernes, 3 de noviembre de 2023

Subida al Veleta

 Mi tercera visita a Granada iba a ser principalmente deportiva. Ya había "explotado" la parte turística en el año 1996 y luego en el año 2013. Podéis tener más información en esta entrada que os dejo a continuación:

https://maloca1974.blogspot.com/2015/02/por-andalucia-i.html

El reto que me llevaba a la ciudad era ni más ni menos que la carrera que va desde el centro de Granada al pico Veleta. En total un recorrido de 50 km (que finalmente fueron 47'5 km) salvando un desnivel de 2705 m (subes hasta los 3300 m aproximadamente). A priori la carrera lo tenía todo para que no fuera ideal para mi: mucho calor, todo subida y gran parte de la carrera por encima de los 2000 m (poco oxígeno).



Pero antes de explicar las sensaciones de la carrera, quiero destacar que esta ha sido una de las preparaciones que más he disfrutado, quizás por el reto que suponía este tipo de prueba. Para entrenar hice carreras como la subida al Coll de Pal o la de la Espluga de Francolí. También entrenamientos como el de Sant Celoni-Turó de l'home, Sant Andreu- Creu d'Aragall...

Pero vamos al fin de semana. Antes de las 10 h, Paco y yo ya estábamos en el centro de Granada, cerca del alojamiento. Un desayuno rápido y dejamos las maletas en el hotel. Dando un paseo nos acercamos al lugar donde entregaban el dorsal y la bolsa del corredor. A esa hora, en pleno mes de agosto, íbamos buscando todas las sombras para no acabar derritiéndonos en el asfalto.



 A continuación nos dirigimos al centro para comer...y poco más. Con una carrera de 50 km había que reservar las fuerzas para el día siguiente. Así que nuestra siguiente parada fue el hotel. El aire acondicionado y la cómoda cama nos convencieron para ya no salir hasta la noche, donde un restaurante italiano nos esperaba con una buena cantidad de carbohidratos en forma de espaguetis.

Y llegó el gran día. Como era muy temprano desayunamos en la misma habitación. Para no hacer experimentos me lo traje de casa. Media hora antes del inicio de la carrera ya habíamos dejado la mochila en el guardarropa. Al ser una prueba larga, con un inicio lento, decidimos no calentar.



Y por fin, a las 7h de la mañana dan la salida. Paco, como siempre, sale como una bala. Yo me ciño al plan previsto, que es correr a 5'10" los primeros 11 km de falso llano. A partir de aquí empieza a picar bastante hacia arriba. La idea es ir aproximadamente a 6'30" hasta el km 25. Es un ritmo muy llevadero, pero el cansancio se va acumulando en las piernas.

Y es en este punto donde todo da un giro. No sé si por efecto de la altura, me empieza a costar mucho, y lo peor está por llegar. Me supongo que Paco, acostumbrado a carreras con desnivel y en altura, está bastante por delante. Y llegando aproximadamente al km 28, a unos 2000 m de altura...me pongo a andar. Necesito recuperar un poco el aliento, aunque no voy rápido. Al cabo de un minuto de andar, vuelvo a correr con la intención de no parar hasta...hasta nada. A los 400 m otra vez necesito andar, y voy así hasta  el avituallamiento. Y desde aquí hasta el km 32 aproximadamente alternando momentos de caminar con momentos de correr. Es entonces cuando veo que la "parte andada" se alarga cada vez más y decido que iré caminando hasta la meta.

La parte final es la más dura de todas. Se junta la falta de oxígeno, con la ausencia de sombra, el desnivel, los km acumulados y el terreno cada vez más pedregoso. Pero también hay una parte buena. El paisaje es increíble. Mucha gente me pasa en esos km finales, pero tampoco me importa mucho. 

Finalmente llego a meta con un tiempo de 6h 44' 51". Como era previsible, Paco había llegado ya hacía una hora.



Y a partir de aquí viene la segunda parte de la aventura, la vuelta a Granada. Primero desandar 1 km para coger un minibus. El minibus te baja en poco más de cinco minutos al telesilla. Después de un trayecto agradable tienes que tomar un telecabina que te deja en la estación de esquí. Y desde aquí un autocar hasta Granada. Sentado cómodamente, puedes observar todo lo que has hecho para llegar hasta allí. Increíble!!!

Y ese día poco más. Una ducha reparadora y un merecido helado. Como Paco se marchaba a casa esa misma tarde, no me compliqué mucho para cenar. Una buena Alhambra y un bocadillo de lomo con queso se convirtió en el mejor recovery.

Al día siguiente, vuelta a casa...y a empezar a preparar el viaje a Turquía.

miércoles, 19 de julio de 2023

Puy du Fou y segunda visita a Toledo

Toledo es de esas ciudades de España que puedes visitar tranquilamente en un fin de semana.



 Ya habíamos estado hace muchos años. Aunque el casco antiguo lo recordábamos prácticamente igual, los alrededores habían cambiado mucho. Existe un pase que te permite entrar a los principales edificios, la pulsera turística (Toledo card). Nosotros optamos por hacer un paseo por toda la zona histórica, sin entrar a ningún sitio (excepto al museo del Greco).




Os dejo un mapa de "Viajeroscallejeros" que me fue muy útil.


Pero nuestro motivo principal para ir a Toledo fue el parque temático Puy du Fou, donde a través de diferentes funciones teatrales, explican una parte de la historia de España, haciendo especial énfasis en la zona del actual Toledo.



 Os dejo el enlace a la página web, junto con algunos consejos para la visita:

https://www.puydufou.com/espana/es 

- Intenta llegar 30' antes de la apertura. Ya podrás acceder al parque y, aunque hay mucho aparcamiento (gratuito), podrás dejar el coche cerca de la entrada, y ahorrarte alguna cola para entrar al recinto.

- Recomiendo llevar comida y bebida. Hay zonas amplias de pícnic. Aunque allí puedes comprar e incluso comer en los restaurantes, es todo muy caro.

- No te desesperes con las colas para entrar a los diferentes escenarios. Cuando abren las puertas, accedes en un instante. Hay sitio para todo el mundo.

- Si vas en época de calor, bebe mucha agua y lleva crema solar. Durante el recorrido te encontrarás pocas sombras.

- La clave para verlo todo es la planificación. Aparte de la página web, puedes descargarte la aplicación. Es cuestión de mirar todos los horarios de los espectáculos, para poder ir viendo uno detrás de otro (con la pausa para comer). Haciéndolo de esta manera, no nos dejamos nada por ver.



- Si es posible, compra también la entrada para el espectáculo nocturno "El sueño de Toledo". Aunque es un tiquet aparte, está dentro del mismo parque. Son asientos asignados, así que no hace falta estar con mucha antelación. Es espectacular!!!



- Y aunque puedes hacer fotos por el parque, está prohibido grabar o fotografiar durante los espectáculos (en la foto anterior ya habían acabado y estaban saludando), así que guarda el móvil, y disfruta en directo de la experiencia!!!