Imaginemos que hemos decidido pasar unos días en una de esas casas rurales que hay por toda la Garrotxa. Os propongo la visita de una serie de lugares poniendo como inicio de la ruta la localidad de Olot, capital de la comarca, y que, a pesar de tener edificios de gran belleza arquitectónica y alguna zona comercial interesante, destaca más por lo que nos podemos encontrar en sus alrededores, que por el municipio en sí mismo.
De Olot a Vic
Salimos hasta encontrar la C-37, dirección Vic. En Manlleu se coge un desvío que enlaza con la carretera C-153 y que lleva hasta Rupit. Es un camino con muchas curvas. Rupit es de esos pueblos de edificaciones de piedra (con puente colgante incluido) que es una maravilla, pero muy masificado los fines de semana. Así que si quieres comer en alguno de los restaurantes del pueblo, mejor reserva con antelación (en algunos hasta hacen turnos de comidas). Si queréis andar un poco, hay una ruta fácil que sale del mismo pueblo y te lleva hasta un salto de agua impresionante (Salt de Sallent). Os dejo el enlace.
Volvemos por la misma carretera y a unos 12 km encontramos la pequeña localidad de Tavertet que se puede ver en menos de una hora. Pero aquí también encontramos un camino bien señalizado tipo pista forestal que, en 30 minutos, te lleva a un mirador (del Castell) con unas impresionantes vistas del pantano de Sau.
Para acabar, queda la visita a Vic. Un buen momento para visitar esta localidad es durante su feria medieval, eso sí, armándose de paciencia, ya que hay auténticas aglomeraciones de gente. En los días de feria mejor dejar el coche en casa, ya que se antoja misión imposible aparcar. Hay que llevar una cartera bien llena para poder comprar los maravillosos productos de la zona.
De Olot a Banyoles
Salimos por la GI-524. Lo primero que vamos a encontrarnos es la zona volcánica de la Garrotxa. Son muchas las actividades que se pueden hacer, pero recomiendo dos:
Por un lado visitar los volcanes del Croscat, de fácil acceso, y el de Santa Margarida, que requiere un poco más de esfuerzo llegar hasta él, pero merece la pena.
Por otro lado está la visita a la Fageda d'en Jordà. Para hacerlo más atractivo, se puede hacer un recorrido en carro.
http://www20.gencat.cat/docs/parcsnaturals/Home/Zona%20Volcanica%20de%20la%20Garrotxa/Coneix-nos/Centre%20de%20documentacio/Fons%20documental/Publicacions%20del%20parc/Itineraris/1_Itinerario_pedestre.pdf
Siguiendo la misma carretera nos encontramos un pequeño pueblo que se ha ganado el nombre que lleva, Santa Pau. Si os queréis pasar por allí, veréis de que hablo.
Siguiente parada de la ruta, Banyoles. Sin duda lo que hay que destacar aquí es el lago. El simple hecho de pasear bordeándolo es una gozada. En verano se realiza la travesía a nado del lago. Son unos 6 km siguiendo el perímetro del estanque.
La vuelta a Olot la haremos por otra carretera para hacer la visita de otros dos pueblos con encanto: Besalú y Castellfollit de la Roca.
El primero es uno de esos pueblos medievales que salen en las listas como de los más bonitos de Catalunya. El simple hecho de atravesar el puente para llegar a su núcleo antiguo le da un algo especial. La primera semana de septiembre se celebra una feria medieval que congrega a miles de personas.
Lo mejor de Castellfollit es su enclave. Hay un pequeño descampado en la carretera de acceso donde se puede aparcar el coche y contemplar este pintoresco lugar, con las casas encima de un gran acantilado. Dar un paseo por este pueblo lleva menos de una hora, pero merece la pena visitarlo.
De Olot a Ribes de Freser
En dirección norte nos encontramos tres pueblos de visita obligada: Camprodón, Setcases y Beget.
Del primero destacaría el puente de postal Pont Nou, que se alza sobre el río Ter como símbolo de la ciudad. Los fines de semana muchos turistas visitan la zona.
Setcases es un lugar típico de montaña, de fácil acceso y cercano a las pistas de esquí de Valter 2000.
Beget es un pueblo muy pequeño, al final de una estrecha carretera de curvas. Tiene calles empedradas y las típicas casas también de montaña, que te entran ganas de plasmar en un lienzo (si sabes pintar, claro).
Y finalmente, nos dirigimos a Ribes de Freser. Podemos hacer una parada en el camino en Ripoll y entrar en el monasterio de Santa María de Ripoll. Recomiendo hacer la visita.
Una vez llegados a Ribes de Freser (o a Queralbs) tomaremos el tren cremallera para llegar a La Vall de Núria. Dar un paseo por la zona en primavera es un lujo. La vuelta, si tienes buenas piernas, la puedes realizar andando. Es un trayecto de bajada fácil. Eso sí, hay que descender con cuidado, ya que tiene muchas piedras, y estar preparado por los posibles cambios de tiempo. Puedes iniciar el camino con un espléndido sol y de repente caer una tormenta que ni te esperabas.
Nunca he corrido por esta zona pero puede que, en esta ocasión, sea mejor disfrutar de los increíbles paisajes del recorrido haciendo alguna de las innumerables rutas de senderismo, sin prisas.
* Aunque no esté cerca, quiero hacer mención de la Fira de Bruixes en Sant Feliu Saserra. Si podéis visitarla algún año, no lo dudéis.