miércoles, 13 de diciembre de 2023

Maratón de Málaga

 Antes de empezar a explicar como fue la carrera, hay dos circunstancias que se tienen que tener en cuenta a la hora de interpretar el planteamiento de este maratón. 



Lo primero es que ya, desde el año pasado, decidí que ya no iba a seguir buscando una marca en concreto. En su momento intenté bajar de 3h (un par de veces), pero no ha sido nunca lo más importante para mi. Obviamente cuando me pongo en la línea de salida es para hacerlo lo mejor posible, pero mis prioridades son otras. No cambiaría esa marca por las experiencias que he tenido corriendo en tantos y tantos lugares (Valencia, Zaragoza, San Sebastián, Bilbao, Sevilla, Zürich, Frankfurt, Praga, Milán, Lisboa, Liverpool, Granada, Murcia, Málaga y por supuesto mi ciudad, Barcelona). Ya desde el año pasado cambié de estrategia. Entrenar a tope, cosa que me motiva, y correr el maratón en función de esos entrenos.

La segunda circunstancia tuvo que ver con algunos problemas físicos, que me hizo cambiar ritmos, frecuencias e incluso sesiones de entreno. De hecho estuve parado dos semanas y media en octubre, y la vuelta fue muy progresiva. De esta manera llegaba justo de kilómetros a Málaga.

Vamos ya al fin de semana de la prueba. La temperatura era alta para la época. Unas máximas en pleno mes de diciembre de 23º. Llegamos temprano a la ciudad. El ritual fue el mismo que en otras ocasiones, y más al no ser la primera vez que visitaba la ciudad (descartamos el turismo). Primero dejamos las cosas en el hotel, luego un desayuno rápido. A continuación un paseo hasta la feria del corredor (por cierto, con bastantes stands). 



Una vez ya con la bolsa del corredor y el dorsal, fuimos a recargar los depósitos con hidratos de carbono (esta vez en forma de Paella). Por la tarde tocó descansar en el hotel, pasando por la calle Larios y la Catedral. 

Finalmente, la cena en un restaurante italiano, y de vuelta al alojamiento.

Día de la carrera

A las 6:30 sonó el despertador. Desayunamos en la habitación. Después comprobamos que llevábamos todo lo necesario (ropa, geles, dorsal...) y dejamos el hotel. A esa hora hacía fresco. Calentamos un poco y nos fuimos a la salida. Como he dicho antes, esa preparación fue diferente, así que un par de semanas antes pensé que haría los primeros km por sensaciones, a un ritmo que pareciera bastante cómodo. De esta manera, para tener una referencia, me puse con la liebre de sub 3h, consciente de que no podría seguir su ritmo toda el recorrido, pero que me podía hacer correr cómodo durante un buen rato. Y esto fue lo que pasó:

Inicio hasta km 5

Salgo detrás de la liebre. Paco se va hacia delante. Voy cómodo, pero noto que no podría seguir ese ritmo durante 42 km, y me dejo caer al final del grupo, perdiendo algo de distancia. Alguien comenta que va muy rápido y miro el GPS por primera vez en el km 3. Vamos a 4´05". Ya decía yo! De repente veo que poco a poco me voy acercando. Ha levantado un poco el pie del acelerador. Me uno al grupo sin problemas, y antes del km 5, alcanzo a Paco. 



km 5 a media maratón

El recorrido es bastante llano. En ocasiones me apetece hasta ir más rápido, pero creo que es mejor seguir con la liebre. Me sigo encontrando muy cómodo. Paso la mitad de la prueba en 1h 29' 08". No sé por donde va Paco, pero sé que se ha quedado algo retrasado.



km 22 a 24

Las piernas, concretamente los cuádriceps, se me empiezan a cargar. No voy mal de pulsaciones, pero la falta de km en los entrenos empieza a hacer mella pronto.


km 25 a 30

Bajo un poco el ritmo, pero las molestias van creciendo en los cuádriceps. Me molesta más bajar que subir. El ritmo va decayendo.


km 31 al final

Me pongo a un ritmo donde se minimizan un poco las molestias, en torno a 4'48"el km. Calculo que si sigo así, puedo bajar de 3h 10´, que sería todo un éxito dadas las circunstancias, y que colocaría esa carrera en el top 3 de mis maratones.

Y es de esta manera que mantengo un ritmo constante hasta la meta. Finalmente 3h 8' 48", a 9" de mi segunda mejor marca.



Sigo pensando al cabo de los días, que como dice mi amigo Rafa, colocarse en la línea de salida es ya todo un éxito.

Pero bueno, acabo de explicar brevemente el resto del día.

 Cuando llego al guardarropa espero a Paco que llega muy cansado. Ha hecho un tiempo de 3h 25'. Como podemos, vamos a un gimnasio de la ciudad (que por cierto nos dejan duchar gratis). Es una lástima que una prueba como esta no ponga servicio de duchas. Después una excelente comida en un restaurante Japonés, y de vuelta a casa el mismo día (con retraso de 2 horas del vuelo incluídas).



Y es curioso como, todavía con agujetas mientras escribo estas líneas, ya estoy pensando en la próxima Maratón en el mes de Abril. Manchester nos espera!!!




lunes, 4 de diciembre de 2023

Ibiza, más allá que una isla "de fiesta"

 Seguramente si planteas un juego de esos de asociación de palabras, en los que dices lo primero que te viene a la cabeza, y dices "Ibiza", mucha gente la asociará con la palabra "fiesta". Alejándome de esa idea hoy os explicaré mi experiencia en la isla, centrada sobre todo en la visita a las diferentes playas y calas. Empecemos!!!

Cala Salada y cala Saladeta

Seguramente de las más bonitas, pero también de las más masificadas. Llegamos un poco después de las 10 de la mañana (muy tarde pero estábamos condicionados por el desayuno del hotel). Aparcamos en el polideportivo de Can Coix y desde allí cogimos un autobús hasta la cala (te deja a unos 200 m). La razón, es que el parking de la cala es muy pequeño, y a partir de las 9:30 la carretera (en temporada alta) está cortada. En el polideportivo hay aparcamiento de sobras. Pero lo realmente difícil fue encontrar un sitio libre para poner la toalla. Seguramente en otra época del año, con sus aguas turquesas, parecería el paraíso, pero allí como sardinas en lata, perdía algo de encanto. Hay servicio de socorrismo.



Cala d'hort

A pesar de ser una cala pequeña, pudimos aparcar bien en una zona gratuita, de tierra, antes de bajar al pequeño parquing a pie de playa. Hay una amplia zona de hamacas que quita mucho sitio a los que vamos con la toalla. El agua, como casi en toda la isla, parece una piscina. Hay unas vistas muy bonitas de la pequeña isla de Es Vedrá.



Cala Benirrás

Dicen que este lugar tiene algo mágico...y no defraudó. Tuvimos la suerte de aparcar en el único sitio que quedaba libre antes de llegar al parking. Tiene todo tipo de servicios e incluso alguna pequeña parada de ropa. Pero lo verdaderamente impresionante, son las puestas de sol (por eso fuimos por la tarde). El sol empieza a ocultarse y el cielo va adquiriendo unos tonos anaranjados y rojizos espectaculares. Además hay gente tocando el tambor coincidiendo con esta puesta de sol. Había leído que esto pasaba los domingos. Pero era un sábado y también sucedió.



Playa de las Salinas

Hay un amplio aparcamiento de pago para dejar el coche (no hay opción B). Dicen que es la playa de los famosos. Su gran extensión hace, que aún en temporada alta, encuentres sitio fácilmente. Hay una zona de hamacas amplia y lugares para tomar algo o comer. Se pueden ver también diferentes embarcaciones ancladas. Me di un paseo para ver si veía a alguien conocido, pero no era el día. De tanto en tanto se iban paseando promotores de las discotecas "Chic" de la isla, como Ushuaia.



Aparte de llevar la toalla, si quieres ahorrar algo, pasáte antes por el supermercado de Can Pep Tixedo. Te hacen unos bocatas con pan recién hecho y embutido recién cortado, espectaculares.


Cala de San Vicente

Después de un camino de curvas, te encuentras esta cala (tamaño casi de playa) que fue una de las que más nos gustó. Hay aparcamientos gratuitos, pero tampoco van sobrados. Su forma hace que sea una cala de aguas tranquilas, con el agua transparente.Hay mucho sitio para ponerse. También tienes diferentes lugares para comer, eso sí, caros como todo en la isla. Es conveniente reservar para asegurarte de que tienes sitio.



Cala Llonga

No estaba en nuestros planes, pero decidimos pasar allí un rato por la tarde. Aparcar es fácil, ya que hay un gran parking público gratuito en un descampado. Al ir por la tarde te tienes que poner de espaldas al mar, si quieres tomar el sol. Puede que esta cala es la que tenía el agua menos limpia y clara de todas las que visitamos.


Playa es canar 

No está masificada. Es una extensa playa de aguas tranquilas que está en el mismo pueblo de Es Canar, donde teníamos el alojamiento.

 

Si buscas tranquilidad, pero a la vez un lugar con algunas tiendas, hoteles, restaurantes y algún lugar para tomar un cóctel por la noche, éste es tu lugar.



Cala Conta

Hay que dejar el coche un poco lejos, en un aparcamiento de tierra gratuito. La cala es también una de esas de postal, de color turquesa intenso. Lo malo es que cuando fuimos, un grupo de medusas decidió también estar por la zona. Pudimos refrescarnos un poco los pies, pero poco más. 



Y además...

Podéis ver que la mayor parte de nuestro tiempo la empleamos en descansar en las diferentes calas y playas, comer bien, pasear...



Aparte de eso quiero destacar alguna cosa más que se puede hacer:

- Visitar algún mercadillo Hippie. El de Es canar son apenas dos calles muy pequeñas. Yo no iría allí expresamente. Al estar alojados en la zona dimos una vuelta por la noche. En 10 minutos estaba visto. El de las Dalias ya es otra cosa, ya que tiene muchas tiendas de todo tipo, además de algunos lugares para comer o tomarse algo.



- Dalt Vila es el casco antiguo del pueblo de Ibiza. Aunque no destaco ningún edificio o monumento, si merece la pena callejear por sus calles empedradas, con sus casas blancas y algunas tiendas. Aunque la subida cueste un poco, merece la pena por las vistas que tienes desde diferentes miradores.



Y aunque nosotros no fuimos "de fiesta" no descubro nada nuevo si digo que en la isla hay numerosas discotecas de esas que en verano están en pleno apogeo y tienen tanto atractivo para mucha gente, como el Ushuaia o la Pachá.

Una tarde también fuimos paseando cerca de la playa de Sant Antoni. Existen muchos lugares para ver la puesta de sol en Ibiza, pero aquí hay uno de los más míticos de la isla, el café del mar. Lo vimos por la tarde, así que nos perdimos esa "magia". 



Nos salió más barato ver ese espectáculo en la cala Benirrás.

Muchas compañías ofrecen coches de alquiler. Sin duda es la mejor manera de recorrerte la isla. 

Y esa fue nuestra experiencia en la isla.