martes, 11 de febrero de 2025

Rutas fáciles por Catalunya

 Una de las cosas buenas de las redes sociales es que te abren un mundo de posibilidades de ocio, ya que puedes tener acceso a información sobre lugares para visitar, restaurantes, actividades...

Ya hace un tiempo que TikTok nos ha servido para realizar diferentes rutas de senderismo, que no son difíciles, y que nos permiten pasar el día o la mañana y regresar a casa en la misma jornada. Aunque hay infinidad, y seguramente todavía haremos muchas más, os explico algunas que hemos realizado en el año 2024 y principios del 2025:

Almendros de Aitona (5 km)

Se trata de una ruta circular y llana. Es muy fácil de hacer, pero tienes que ir en la semana exacta de floración para ver los campos en su máximo esplendor. El año 2023 también fuimos y los diferentes árboles que hay estaban más florecidos y con colores más vistosos. Se aparca bien al inicio de la ruta si vas temprano.


Bosque del Gerdar (6'5 km)

Es una ruta de ida y vuelta con apenas desnivel. La máxima dificultad está en el último km, ya que el terreno se vuelve más pedregoso. Primero atraviesas un frondoso bosque, en el que se respira "tranquilidad". el premio final está en forma de cascada. Es espectacular. Hay un mirador para poder apreciarla de cerca. Allí te mojas sí o sí. En el inicio de la ruta (refugi del Gerdar) hay sitio para apenas 6 o 7 coches.



Salt de Sallent (6'4 km)

Ruta circular, aunque se puede recortar y hacerla de ida y vuelta. Saliendo de Rupit has llegado al salto en poco más de 1 km. Hay un mirador para apreciar la impresionante caída que tiene. En esta ocasión apenas llevaba agua. Hasta este punto la ruta es sencilla. Después tienes que volver por un camino con más desnivel. Para hacerlo algo más largo, tomamos un pequeño sendero que se aleja de la pista principal y que tiene un terreno irregular. Al tratarse de una ruta corta no se hace especialmente difícil. El coche hay que dejarlo en un aparcamiento de pago que hay nada más entrar al pueblo.



Valter 2000-Pic de la Dona-Pic de Bastiment-Valter 2000 (10'5 km)

No se trata de una ruta excesivamente técnica, pero sí que tiene mucha pendiente. Además encontramos que hacía mucho viento y se hacía difícil. En muchas partes el camino es pedregoso y apenas está indicado, así que hay que ir con cuidado y guiarte un poco visualmente.

Empezamos temprano. En esta ocasión fui con unos amigos. La ruta comienza en el aparcamiento de las pistas de Valter 2000. Primero se asciende por la ladera de la montaña, que tiene un desnivel muy pronunciado hasta llegar al Pic de la Dona. Aquí las vistas son increibles. Luego el camino se vuelve más sencillo (aunque fue molesto por el viento). Antes de realizar el ascenso al Pic de Bastiment hicimos una "parada técnica" para desayunar. El móvil te va diciendo en ocasiones que estás entrando en territorio francés. La última subida también es muy pronunciada, pero con las pilas cargadas resultó más fácil de lo que esperaba. Otra vez las vistas aquí son espectaculares.

Y ya desde este punto nos espera el camino de bajada hasta las pistas. No es excesivamente complicado, pero hay mucha piedra suelta, así que es importante llevar botas de montaña. Bajas unos 4 km


Después de unas 4h en movimiento (casi 5h si contamos las paradas) llegamos al aparcamiento. Desde aquí 30' hasta Camprodón (en coche), un bonito pueblo que puedes ver en poco tiempo, y donde comimos.

Ermitas de Prades (5'3 km)

Ruta de ida y vuelta. A la ida subes y luego bajas desandando el camino. Vas por enmedio de un bosque. Es un camino fácil en el que te encuentras tres ermitas. La más espectacular es la última, ya que está enclavada en una gran roca (ermita de la Avellera). Desde allí hay muy buenas vistas. He leído que en la oficina de turismo, previa fianza de 20 €, puedes pedir las llaves para entrar a la ermita. 



Si te desvías un poco a la vuelta puedes visitar la Roca Foradada y el Llac de Prades. El pueblo también merece que te des un paseo. Se aparca bien a las afueras.

Font de la Tosca i Torrent de la Masica (8 km)

Una de las más espectaculares. Lo mejor es aparcar al lado del polideportivo, ya que hay bastante espacio. De allí sale una pista, que en poco más de 1 km te muestra el primer atractivo. Un pequeño salto de agua justo al lado del camino. Además, puedes subir unas escaleras y pasar por dentro de una pequeña gruta que te permite ver el salto desde dentro. Continuando por la pista te encuentras un desvío que te transporta a otro mundo. Se trata de un sendero con poco desnivel, que cruza un bosque "mágico". Fuimos en otoño y nos encontramos con unos colres marrones y rojizos de postal. Las hojas caidas, el musgo en las rocas y árboles y los númerosos saltos de agua te hacen sentir como un personaje del "Señor de los anillos". Es una ruta de ida y vuelta corta en distancia, pero que se alarga por las numerosas paradas que haces.



Riera de Vallforners (10 km)

Es también una ruta con poco desnivel de ida y vuelta. Durante el trayecto vas pasando por un bosque frondoso y tienes que cruzar unas cuantas pasarelas de madera para salvar la riera. El último tramo, que es el más empinado, se realiza por una pista ancha. Una vez llegados al pantano dimos la vuelta. Hay la posibilidad de alargar el camino hasta el Castanyer de Can Cuch, pero como ya habíamos ido en otra ocasión, lo descartamos.



Salt del Mir i salt del Molí (3´5 km y 2'7 km)

Debido a su cercanía, y a los pocos km de la ruta, los hicimos el mismo día.

Para ir al Salt del Molí dejamos el coche en el aparcamiento del restaurante "La cabanya del Mir". Como fuimos un lunes y el restaurante estaba cerrado pudimos dejar el coche sin problemas. De jueves a viernes solo lo puedes dejar si comes en el restaurante. El camino es sencillo. Lo peor fue ver que con la sequía que ha castigado las tierras catalanas los últimos años, apenas caía agua y no pudimos ver el salto en todo su esplendor.

Para ir al Salt del Mir aparcamos en el pueblo de Vidrá. Fuera de la temporada estival és mucho más fácil, ya que no hay que dejar el coche en el parking de pago que hay al entrar al pueblo. Lo puedes dejar fácilmente en cualquier lugar. El recorrido aquí también es corto y sencillo. Por suerte, aquí sí que caía agua, así que pudimos disfrutarlo.



Bufadors de Beví (5´5 km)

Se trata de un camino circular de poco más de 5'5 km. En nuestro caso, decidimos hacerlo de ida y vuelta. Hay un aparcamiento de tierra gratuito con capacidad de 30 coches para iniciar la ruta, cerca de Santa María de Besora. La hicimos en sentido horario. Se comienza por una pista prácticamente llana, y puedes ir viendo vacas y ovejas en los prados por los que pasas. Cuando se deja el camino, empieza un pequeño camino sin mucho desnivel (señalizado) que te lleva a "els bufadors". Supongo que tiene que hacer mucho viento para que se oigan. En nuestro caso no escuchamos nada, pero el entorno tiene la magia suficiente para que merezca la pena la ruta. En un último esfuerzo subimos a la zona de la cresta para admirar sus magníficas vistas. En ese punto nos pareció que el camino se complicaba, ya que se volvía pedregoso, estrecho y transitaba cerca de un gran precipicio, así que decidimos volver por el mismo sitio. 


Bosc de les roques encantades
 (7 km)

El inicio de la ruta fue en el Santuari de la Salut, en Sant Feliu de Pallerols. Dejamos ahí el coche. Nosotros alargamos un poco más la ruta, ya que al no ser muy complicada, la haces en poco tiempo. A la ida vas viendo otros senderos que se desvían del camino, y puedes optar por hacer alguno de ellos (o una parte). Todo el recorrido es bonito. Vas pasando por bosque, prados y un final, que es el que se ve en la foto. Realmente el nombre se aproxima bastante a lo que vas a ver allí, sobre todo si te encuentras que no hay gente, como fue nuestro caso. Los 3'5 km de vuelta, cuesta abajo, fueron bastant fáciles. Hay que decir que por el camino te encuentras una puerta y una cadena que hay que abrir y cerrar, para que no se escape el ganado.

El santuario, que está en el mismo sitio donde aparcas, cuenta también con un alojamiento. Pasamos la noche allí. Al día siguiente hicimos la ruta que he explicado antes, del Salt de Sallent, ya que el pueblo de Rupit se encuentra muy cerca.  



Y espero seguir disfrutando este 2025 de nuevas rutas por estas tierras catalanas.


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