Zaragoza
Es una ciudad que he recorrido de punta a punta y también por su periferia, ya que participé en la maratón del 2009. Es una carrera bastante llana, pero un poco aburrida, ya que gran parte del trazado sale del casco urbano. Tiene una buena organización.
De la ciudad puedo decir que la visita obligada es a la Basílica del Pilar. Como curiosidad comentar que en el techo, el año que la visité, todavía podían verse los agujeros provocados por unas bombas caídas durante la guerra civil.
Para ir a comer algo, la zona más animada es la del "Tubo". No olvidéis comprar esos caramelos gigantes, típicos del lugar.
Como pueblo con encanto destacaría el de Sos del Rey Católico. Es de esos pueblos de piedra, de calles empinadas, que te atrapan cuando vas paseando. Es el lugar de nacimiento de Fernando el Católico.
Y para finalizar con la provincia recomiendo visitar el Monasterio de Piedra, un paraje natural de grutas y cascadas de gran belleza. Es una ruta de unas dos horas y media y se tiene que pagar una entrada de unos 15 euros. Merece la pena.
Huesca
La ciudad no tiene mucho que ver, pero por la provincia puedes disfrutar de lugares increíbles. Si buscas naturaleza y tienes buenas piernas debes probar la experiencia de visitar el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. Yo hice la ruta hasta la cascada de la cola de caballo y me encantó. Tienes otras posibilidades. Hay unas tres horas de subida desde el aparcamiento (en verano tienes que subir hasta aquí en un autobús desde el pueblo de Torla). El camino de vuelta, de bajada, es más rápido y llevadero. Os dejo un link con la ruta.
Los más atrevidos podéis probar un camino más duro; la senda de los cazadores
Tanto Panticosa como Alquézar son dos de esos pueblos que son bonitos para pasear, pero que lo mejor está cuando descubres senderos y rutas en los alrededores. Del segundo, hay una ruta circular que sale del final del pueblo, que es la del cañón del río Vero, que pasando por unas pasarelas clavadas en la roca, va recorriendo parte del cañón. Aunque es sencilla, no es apta para los que padezcan un poco de vértigo.
Aínsa es otro de esos lugares en los que hay que hacer una parada para caminar por sus calles empedradas.
Jaca es un pueblo de arquitectura más moderna. Hay una ciudadela que se puede visitar que tiene un foso donde, con un poco de suerte, podemos ver a los ciervos que allí viven.
Cerca de esta población, a unos 20 km, está el monasterio de San Juan de la Peña. Su encanto reside sobretodo en que está incrustado en una roca. Es difícil aparcar cerca en temporada alta.
Y finalmente, si te pilla de paso, hay tres sitios a los que no está mal echarles un vistazo: el santuario de Torreciudad (del Opus Dei), el pueblo restaurado como centro vacacional de Ligüerre de Cinca y el salto de agua de Bierge.
Teruel
De esta provincia destaco la propia ciudad, que existe, y es muy agradable para recorrer, aunque sólo te lleve una mañana (torres mudéjares, Mausoleo de los amantes, Catedral...). A la entrada del pueblo (no sé decir si es la Norte o la Sur), nos encontramos con Dinópolis. Si tienes niños y le gustan los dinosaurios, este es el lugar indicado para ir.
Plaza del torico |
Los otros pueblos que he visitado son de esos de piedra que tanto me gustan y que se descubren callejeando. En vez de describirlos uno a uno, os dejo algunas fotos.
Mirambel |
Valderrobres |
Iglesuela del Cid |
Rubielos de Mora |
Mora de Rubielos |
Sí que quiero hacer una pequeña referencia a Albarracín, un pueblo del que se dice que es de los más bonitos de España (idea que comparto). Aquí no se trata solamente de andar por sus calles. Hay que subir a la muralla, pasear por ella si no tienes vértigo (peor que las pasarelas de Alquézar) y gozar de unas magníficas vistas del lugar. A unos 4 km nos encontramos un sendero interesante con unas pinturas rupestres y que está bien indicado.
Y seguro que todavía me queda por descubrir algún bello rincón de esta comunidad.
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