lunes, 5 de enero de 2015

San Silvestre Vallecana

Hay quien por fin de año, para celebrarlo, come las doce uvas,  pone un anillo de oro en una copa, o se pone ropa interior roja (o todo a la vez). En mi caso, no falto a la tradición de correr. Algún año ha sido en la "cursa dels nassos" de Barcelona, pero en la mayoría de casos, la carrera de fin de año ha sido con Víctor e Iban por las calles de L'Hospitalet, Esplugues y Cornellá. 
Parte de la tradición incluía también ver la San Silvestre Vallecana por televisión (hasta que telemadrid dejó de emitirla).
Para cerrar el pasado año 2014 decidimos hacer las maletas y vivir este acontecimiento deportivo in situ, en la ciudad que ya habíamos visitado en las navidades del 2004.
Para explicar este viaje, esta vez os iré comentando como fue el día a día.

Martes 30 de diciembre


A primera hora salimos de Barcelona en coche, con lo que a las 14 h ya estábamos en Madrid para comer.

restaurante en Vallecas

Aparcar en la capital es caro, así que una buena opción, es dejar el coche fuera del anillo que forman la M30 y la M40. Decidimos dejarlo en Vallecas, cerca del estadio de fútbol. De esta manera teníamos mucho aparcamiento gratuito, estábamos en la llegada de la San Silvestre (podíamos dejar las mochilas con ropa para cambiarnos al acabar) y teníamos una parada de metro al lado (a seis estaciones de donde teníamos el alojamiento).
Después de comer fuimos al hotel a dejar las maletas. 
Ya por la tarde, lo primero que hicimos fue ir al museo del Prado a por entradas para el día siguiente (con el carnet de profe no pagas nada). De 18h a 20 h la entrada al museo era gratuita, pero decidimos esperar al día siguiente, para verlo con tranquilidad.
Ya por la tarde - noche, fuimos a recoger la camiseta dorsal a la calle Serrano, eso sí, haciendo una breve parada en el café Gijón.

http://www.cafegijon.com/



En la San Silvestre es obligatorio correr con la camiseta que proporciona la organización. Después os explicaré una cosa que nos sucedió aquí.
Para acabar la jornada nos acercamos a la zona centro, para poder ver la iluminación de diferentes edificios y monumentos de la ciudad.









Miércoles 31 de diciembre

Después de desayunar un chocolate con churros en El Brillante, uno de los míticos bares de la ciudad, nos dirigimos al museo del Prado a admirar la enorme colección de pinturas de auténticos genios del pincel, como Veláquez, Goya o Rubens, entre otros muchos.




Aconsejo empezar por la segunda planta, para ver las principales obras del museo sin tanta gente y, después, bajar a la primera planta.
Después de la visita, fuimos al centro a comer. Una buena opción es la calle Huertas.
 Ya por la tarde nos dirigimos a la salida de la carrera, cerca del Bernabeu. El ambiente allí era increíble. Un manto verde cubría el asfalto de las calles.


Con mi cuñado Víctor


Después os daré detalles de la carrera.

Al acabar, fuimos al hotel a ducharnos y a prepararnos para la cena de fin de año. Muchos restaurantes ofrecen cenas a precios desorbitados, cosa que descartamos de inicio. La opción era encontrar algún lugar abierto en el que poder cenar a un precio módico. Por suerte encontramos un lugar en el que ofrecían unas tapas a un precio razonable, teniendo en cuenta el día en que estábamos (como no, en la calle Huertas).
Pero antes de todo eso, todavía tuvimos tiempo de ver los últimos participantes de la San Silvestre popular, que pasaban delante de nuestro hotel, y a los corredores de la internacional, que salieron sobre las 20 h.


 Retomando el relato, después de un breve paseo, y de pasar por un control policial, llegamos a la Puerta del Sol, sobre las 22'30 h de la noche. Si llegas más tarde, es posible que ya no tengas sitio, o incluso que encuentres el acceso a la plaza cortado. 
Hay que decir, que la espera es un poco aburrida. No hay música ni nada para amenizar el momento. Lo que si es realmente emocionante, es cuando suenan las doce campanadas y vives en directo, uno de esos momentos que siempre has visto en la televisión.





Cuando acabó el ritual, nos dirigimos, como no, a la calle Huertas. Por la tarde habíamos visto algún local que podía estar interesante y, la verdad, es que la opción elegida no nos defraudó. Se trataba de un local donde podías disfrutar de música en vivo de cantantes amateurs, mientras te tomabas unas copas en un cómodo sofá.





A eso de las 3h, de vuelta al hotel.

Jueves 1 de enero

Por la mañana fuimos a desayunar dos veces. Me explico. Eli y Víctor querían churros con chocolate y yo un bocadillo de jamón, así que primero nos acercamos a la conocida chocolatería de San Ginés...



... y después a por mi bocata de jamón.

El resto de la mañana dimos un paseo por alguna de las zonas típicas de Madrid: Plaza España, Plaza Mayor, Almudena, Paseo de Oriente, mercado de San Miguel... 







Incluso nos dio tiempo a tomar unas tapas en la "Taberna del Capitán Alatriste".


Para comer elegimos un restaurante cerca de Atocha. Por la tarde, después de un breve descanso en el hotel, fuimos a dar un paseo por el parque del Retiro y, para despedirnos de la ciudad, volvimos a la zona centro.


Viernes 2 de enero

Por la mañana fuimos a desayunar otra vez al Brillante. Esta vez tocó el típico bocadillo de calamares.


Y para acabar nuestra estancia en la capital, fuimos a la estación de Atocha a comprar un número de lotería para reyes. Casualmente, cuando nosotros salíamos, la policía se dirigía allí para responder a un aviso de bomba, que más tarde se comprobó que era falso.
Nosotros, otra vez para Vallecas a coger el coche y rumbo a casa.

Opinión de la San Silvestre

- En esta carrera funciona el sistema de cajones de salida por tiempo. Esto es que acreditas tus marcas en 10 km, y sales con la gente que tiene un tiempo parecido. Lo malo de esta carrera, es que sólo valen determinadas carreras hechas durante ese año o el anterior. Tanto Víctor como yo teníamos el tiempo, pero no en las carreras que pedían, así que decidimos presentar un diploma un tanto modificado (vamos, lo que se llama falsificar). Recomiendo que no hagáis eso, ya que los comprueban con un ordenador. Por suerte, después de unos tensos minutos en que creíamos que nos iban a pillar, pudimos acreditar el tiempo con una carrera que no habíamos tenido en cuenta por ser de 20 km: la Behobia.

- No es una prueba para hacer una muy buena marca. De inicio tiene una subida muy fuerte. Después hay bajadas que te hacen recuperar el tiempo perdido, pero en el tramo final, te espera una rampa de subida de más de 1 km, que se hace muy dura.



- El recorrido de la carrera no es muy animado. A pesar de pasar por zonas emblemáticas como La Cibeles o la Puerta de Alcalá, y de que en algunos tramos había mucha gente, no se prodigaban en ánimos a los corredores. Sólo al entrar en el barrio de Vallecas notabas un poco más el calor de la gente.

Debido a un pinchazo que tuve dos semanas atrás en los isquios, decidí cambiar de objetivo. Lo que en un principio hubiera sido una carrera en torno a los 40 minutos, se convirtió en una cursa por sensaciones, es decir, quería empezar lento y si la pierna aguantaba bien bajando, ir aguantando el ritmo de 4'30 min/km, para hacer unos 45 minutos. Y así fue lo que pasó. Tiempo final 44'55'' y con la pierna sin dolerme. Objetivo cumplido.


https://www.sansilvestrevallecana.com/resultados/graficas/?id=2735&carrera=popular&idioma=ES



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