viernes, 17 de diciembre de 2021

Fuerteventura

 Después de unos días en la capital danesa, nos planteamos un viaje de relax. Queríamos ver muchos lugares, pero a un ritmo tranquilo y, sobre todo, disfrutando de sus playas.

Lo primero fue ir a recoger el coche de alquiler. Ya lo habíamos reservado desde casa, para no llevarnos alguna sorpresa al llegar (decir que nos dieron un Renault Clio muy nuevo, con toda clase de comodidades). Dejamos las maletas en el hotel, porque era pronto para hacer el check in... y a empezar el recorrido por la isla!!! 

LAS PLAYAS

La isla de Fuerteventura destaca sobre todo por sus playas. Hay para todos los gustos. Antes de llegar a la isla, ya habíamos hecho una selección de lo que queríamos ver. Os dejo una valoración de cada una:

Playa del moro: es una playa tranquila, que se encuentra en la zona del parque natural de las Dunas. El agua es cristalina. Cuando fuimos apenas había oleaje.


Playa de la Caleta: se encuentra en la isla de Lobos (luego hablaré de este lugar). Es una pequeña playa, recogida del viento, y con el agua más transparente que he visto nunca. Había bastante gente, pero no daba sensación de agobio. Es aconsejable usar algún tipo de calzado para meterse en el agua, ya que está lleno de rocas y piedras.



Playa de Cofete: no llegamos a pasear por la arena, pero recomiendo sobre todo, admirarla desde el mirador Degollada agua Oveja. No es una playa apta para el baño, ya que hay mucho viento y fuertes corrientes. Además el camino es de vértigo; estrecho, de tierra, sin quitamiedos...vamos, lo mejor para ir con un coche de alquiler (de hecho muchas compañías no cubren posibles averías si accedes a ese tipo de sitios). Pero las vistas de esa playa virgen, y la tranquilidad de la zona, hacen imprescindible que te acerques al lugar. No te defraudará.



Playa del Matorral: es importante elegir bien la zona donde dejar la toalla. Está junto a la localidad de Morro Jable. Por la mañana fuimos más hacia el norte, y fue imposible estirarnos. El viento levantaba la arena y resultaba incómodo permanecer allí. El color del agua es de postal, azul turquesa, pero las olas no invitaban precisamente a adentrarse mucho. Ya por la tarde nos acercamos a la parte de playa junto al pueblo, y la cosa cambió. Todo mucho más tranquilo.



Playa del Gran Tarajal: sin duda, uno de los lugares que más nos sorprendió. Había algo de oleaje, y a los pocos metros de la orilla, ya no hacías pie. Es de una fina arena negra. Es conveniente guardar algo de distancia con el agua al estirar la toalla. Una ola repentina, puso en remojo a varios bañistas que estaban tomando el sol. Hay mucho espacio en la arena.





Playa de los lagos: fuimos a primera hora y es lo mejor. Es otra de esas playas paradisiacas de la isla, con unas aguas que no tienen nada que envidiar al Caribe. Poco a poco se fue llenando, y la tranquilidad del principio, se convirtió en un no parar de niños corriendo y levantando arena, adultos gritando...



Playa de Caleta de Fuste: también recomendable llevar calzado para caminar sobre las piedras y rocas. Es una playa que ofrece más servicios. Es de arena dorada y muy extensa, por lo que podrás relajarte y mantener la distancia con otros bañistas. 



OTROS LUGARES QUE VISITAR:

Porque no todo van a ser playas, la isla ofrece otra serie de atractivos naturales a los turistas que vamos a visitarla. Estos son alguno de ellos:

Isla de Lobos

Se trata de un espacio natural protegido. Es necesario reservar la visita con antelación, ya que hay un cupo de visitantes al día. Nosotros lo hicimos a través de civitatis. Aunque la isla se recorre fácilmente, aconsejo hacer una selección de lo que quieres hacer, y centrarte en algunos lugares. Lo primero que hicimos nosotros fue subir al volcán de la Caldera. No es una ruta exigente, pero tiene una buena pendiente en su tramo final. Compensa con las vistas que tienes al llegar a la cima.



Después de esta excursión, a relajarse en la playa de la Caleta (de la que ya he hablado antes).

Dunas de Corralejo

La sensación que tienes cuando visitas esta zona, es que estás en el desierto. Kilómetros de dunas hacen de este lugar un enclave espectacular. La playa, con su fuerte oleaje, no siempre invita al baño. Nosotros nos limitamos a mojarnos los pies y a disfrutar de la tranquilidad del momento.



Calderón hondo

Otra de esas excursiones por un paisaje árido, que tiene su recompensa en la parte final, cuando subes a la cima y disfrutas de las vistas, del silencio y de esas pequeñas ardillas que habitan allí. No es una excursión difícil. Es corta y con pocas complicaciones en el terreno.




Cuevas de Ajuy

Breve recorrido por unos pequeños acantilados. con vallas de seguridad, que acaban en unas grandes cuevas. Se puede ver como el mar rompe con fuerza sobre las rocas. Al inicio del recorrido hay una playa de arena negra, pero no nos quedamos.




A lo largo de la isla te encuentras varios pueblos. No son el principal atractivo de la isla. Algunos, como Puerto del Rosario o Caleta de Fuste (donde teníamos el hotel) son mas comerciales y con variedad de restaurantes y tiendas. Otros como el Gran Tarajal, Cotillo o Morro Jable destacan por sus playas. El único que destacaría para visitar, es Betancuria, antigua capital de la isla y con rincones muy bonitos.



Salí unos cuantos días a correr por la zona de Caleta de Fuste. Tiene una gran zona de paseo, compartida con un carril bici, para hacer unos cuantos km prácticamente llanos.



La valoración general de la isla es positiva. Ideal para el descanso. Espero poder seguir visitando en otros viajes, los atractivos que ofrecen las otras islas canarias.




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